(Libertad Digital) María San Gil destacó la defensa de la libertad de expresión y pensamiento, y para ello pidió "una sociedad de personas libres" y "acabar con el miedo". Por ello apostó por un nuevo Gobierno implicado "de modo activo en acabar con ETA", usando todos los medios a su alcance para conseguirlo "sin contrapartidas ni precios políticos".
La candidata a lehendakari dijo que si ella dirige el próximo Gobierno "no dialogará con terroristas", sino que "elaborará un plan integral que, desde todas y cada una de las consejerías, tratará de acabar de una vez por todas con la legitimación de la violencia como arma de acción política".
San Gil también pidió que Zapatero no permitiera que " el próximo Parlamento vasco haya escaños ocupados por ETA", en relación con el Partido Comunista de las Tierras Vascas, apoyado inequívocamente por Batasuna. También exigió al presidente del Gobierno "que deje de contar y recontar escaños, y ponga en la balanza de la decisión política la defensa de las libertades de todos los vascos". "Lo exigimos así porque sabemos que construir una convivencia en paz y libertad requiere de la plena colaboración de todos con la acción del Estado de Derecho en la lucha antiterrorista. Nuestro Gobierno será leal con todos aquellos esfuerzos que, desde otras instituciones, se hagan en favor de los derechos individuales y en contra del terrorismo", añadió.
La candidata popular prometió reconocer "de modo explícito" a las víctimas del terrorismo. También abogó por "un gobierno al servicio de nuestra realidad política y social, plural y diversa; o lo que es lo mismo, ajeno a todo planteamiento sectario o predemocrático". San Gil apeló al pluralismo durante su encuentro con los presidentes autonómicos, manifestando que no aspira "a la exclusión de ninguna parte de nuestra identidad. Afirmo, por el contrario, la compatibilidad de lenguas, de símbolos y de referentes sociales y políticos; ninguno será ajeno para mi gobierno y a ninguno estamos dispuestos a renunciar ni como sociedad, ni como individuos".
Única alternativa al nacionalismo
En su discurso, María San Gil apoyó el Estatuto de Guernica como "mejor instrumento para construir la convivencia democrática de la próxima generación de vascos". Asimismo, defendió la estabilidad de la estructura política actual, y manifestó que "en ningún caso justificaremos reformas estructurales al ritmo insaciable de los deseos nacionalistas o del servilismo del Partido Socialista".