L D (Agencias) Ahora, España y Suiza deben acordar una fecha para su entrega. Según este portavoz, por lo general las extradiciones se hacen efectivas en un plazo de 30 días.
El Gobierno español pidió la extradición de Achraf el 22 de octubre y la Oficina Federal de Justicia (OFJ, perteneciente al Ministerio de Justicia) dio su visto bueno el pasado 28 de enero, pero el acusado disponía de un plazo de 30 días para recurrir la decisión. El recurso se presentó en el plazo previsto, de modo que la decisión quedó en manos del Tribunal Federal. El detenido alegó que temía ser torturado en España, alegaciones que la Corte consideró infundadas. Así, el Tribunal Federal ha considerado que se cumplen las condiciones para la extradición. La Fiscalía Suiza también tiene abierta una investigación contra él, que no resultará afectada por la extradición, según el portavoz Mark Wiedmer.
Achraf, contra quien pesaba una orden de arresto internacional de la Interpol, se encontraba detenido en el aeropuerto de Zurich por robo de teléfonos móviles a la espera de su expulsión, y el 22 de octubre fue puesto bajo detención a la espera de su extradición tras recibirse la petición del Gobierno español. Achraf, filiación con la que fue identificado en España cuando estuvo internado en la cárcel salmantina de Topas (en Suiza se le ha detenido como Kamel Saadi –palestino–), se iba a encargar de la financiación y tenía decidido ser uno de los "mártires" del atentado que tenía previsto cometer contra los jueces, funcionarios y público en general que se encontraran en la Audiencia Nacional.
El Juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón afirma en el auto de prisión dictado a primera hora del 24 de octubre de 2004 contra 17 de los 18 detenidos en la operación Nova, por su presunta integración en una célula de terrorismo islamista, que su cabecilla, Mohamed Achraf, arrestado en Suiza, "había llegado a decir que no importaba el costo, pero que la acción" contra la Audiencia Nacional "se debía hacer con urgencia"."El emir Achraf, que también utiliza el nombre falso de Mikael Etienne Christian Lefevre, había dispuesto lo necesario para adquirir 1.000 kilogramos de goma 2, de los que utilizarían al menos 500 en un camión que empotrarían contra la Audiencia Nacional, ya que carecía, según las vigilancias hechas por Acharf, de protección adecuada", afirma el auto. Con el atentado también se destruirían los archivos que afectaban a los "hermanos mujahidines, además de "la trascendencia que se conseguiría con el atentado a un organismo judicial emblemático".
Achraf encargó al ciudadano mauritano Kamara Birahima Diadie (uno de los 18 detenidos) que los adquiriera a través de un español de etnia gitana llamado Antonio, al que no se ha podido identificar, dedicado al tráfico de armas y explosivos en la provincia de Almería. Además, había iniciado los contactos para que un ciudadano palestino llamado "Salim" se encargara de preparar el mecanismo que hiciera estallar el camión-bomba. El arrestado en Suiza contactó con los demás miembros de la célula bien personalmente, cuando cumplió condena en la cárcel salmantina de Topas y al salir de prisión, o por medio de cartas, Internet, teléfono y desplazamientos constantes a ciertos lugares, como Pamplona, Valencia, Almería y Suiza. Bajo sus órdenes figuraban además del mauritano Kamara Birahima Diadie, de 30 años, los argelinos Mohamed Mourad Yala (44, también conocido como Abú Anas), Smail Latrech (29) y Djamel Merabet (42), todos cumpliendo condenas en diversas cárceles españolas. También tenían contacto con otros terroristas, como los condenados por el atentado del World Trade Center de febrero de 1993, según el auto.
Además las autoridades judiciales de Holanda están interesadas en el presunto terrorista, pues se sospecha que podría haber estado implicado en el asesinato del cineasta Theo Van Gogh. Durante su estancia de varios meses en Amsterdam, Achraf habría contactado con Yala -en prisión en España tras haber sido extraditado por Holanda-, así como con Mohamed Bouyeri considerado como el presunto asesino de Van Gogh, según las denuncias.