L D (EFE) El Vaticano permitió la entrada a un grupo de medios internacionales a la Capilla Sixtina, a la que Juan Pablo II llamó "santuario de la teología del cuerpo humano". Ya han sido colocadas las mesas, el atril con el Evangelio en el que jurarán los purpurados, la mesa donde se recogerán los votos y la estufa que se usará para quemar las papeletas y por cuya chimenea saldrá la "fumata blanca" que anunciará al mundo que hay nuevo Papa. Las mesas son doce, seis a cada lado y en dos filas de tres. Han sido colocadas delante de los cortinajes simulados en las paredes laterales y bajo los frescos del siglo XV que decoran esas mismas paredes, obras de Pietro Perugino, Sandro Botticelli, Dómenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli.
Las mesas están cubiertas por una tela de color rojo oscuro y un tapete de color beige. Cada mesa estará ocupada por nueve u once cardenales, según las sillas de madera noble colocadas tras las mismas. En medio de la capilla y bajo la famosa "Creación", de Miguel Angel, ha sido colocada una mesa con un atril, sobre el que ha sido colocado el Evangelio. Delante del altar mayor y del "Juicio Final" de Miguel Angel ha sido colocada la mesa en la que depositarán los votos. A la izquierda está la sacristía en la que se vestirá el nuevo Papa. El suelo de la capilla ha sido recubierto con moqueta beige.
La estufa en la que se quemarán las papeletas y de la que saldrá la "fumata blanca" y la eventuales fumatas negras, es la misma que se ha venido utilizando desde al cónclave del año 1939, cuando fue elegido papa Pío XII, y ha sido colocada en la parte posterior de la capilla. Es de hierro, de un metro de altura y 45 centímetros de diámetro. Consta de una portezuela inferior donde se enciende el fuego y una superior donde se introducirán los documentos para quemar. En la tapa superior están escritos con un punzón los años y meses de los cónclaves celebrados desde entonces: 1939/III, elección de Pío XII; 1958/X, elección de Juan XXIII; 1963/VI, elección de Pablo VI; 1978/VIII, elección de Juan Pablo I; y 1978/X, elección de Juan Pablo II.
Las fumatas negras, es decir, cuando no ha sido elegido Papa, se obtendrán quemando las papeletas y la "fumata blanca" quemando papeletas y paja húmeda. Por primera vez se ha unido a la estufa una estufa auxiliar que permitirá, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de la fumata. La chimenea es nueva, de cobre, mide unos 15 metros de alta y a través de una ventana de la Sixtina sale hasta el tejado. Los cardenales llegarán a la Sixtina desde el Aula de las Bendiciones y tras atravesar la monumental Sala Regia.
La estufa en la que se quemarán las papeletas y de la que saldrá la "fumata blanca" y la eventuales fumatas negras, es la misma que se ha venido utilizando desde al cónclave del año 1939, cuando fue elegido papa Pío XII, y ha sido colocada en la parte posterior de la capilla. Es de hierro, de un metro de altura y 45 centímetros de diámetro. Consta de una portezuela inferior donde se enciende el fuego y una superior donde se introducirán los documentos para quemar. En la tapa superior están escritos con un punzón los años y meses de los cónclaves celebrados desde entonces: 1939/III, elección de Pío XII; 1958/X, elección de Juan XXIII; 1963/VI, elección de Pablo VI; 1978/VIII, elección de Juan Pablo I; y 1978/X, elección de Juan Pablo II.
Las fumatas negras, es decir, cuando no ha sido elegido Papa, se obtendrán quemando las papeletas y la "fumata blanca" quemando papeletas y paja húmeda. Por primera vez se ha unido a la estufa una estufa auxiliar que permitirá, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de la fumata. La chimenea es nueva, de cobre, mide unos 15 metros de alta y a través de una ventana de la Sixtina sale hasta el tejado. Los cardenales llegarán a la Sixtina desde el Aula de las Bendiciones y tras atravesar la monumental Sala Regia.
Alto secreto en las deliberaciones
Para garantizar el secretismo del Cónclave, especialistas de la Gendarmería Vaticana han hecho ya precisos y severos controles para que en la capilla no sean instalados medios audiovisuales de grabación y trasmisión exterior, como establece la normativa vaticana. Poco antes de que comience el Cónclave se hará el "barrido electrónico", para que de verdad estén incomunicados los purpurados con el exterior, aunque de momento los teléfono de última generación funcionan perfectamente dentro del recinto.
Para garantizar el secretismo del Cónclave, especialistas de la Gendarmería Vaticana han hecho ya precisos y severos controles para que en la capilla no sean instalados medios audiovisuales de grabación y trasmisión exterior, como establece la normativa vaticana. Poco antes de que comience el Cónclave se hará el "barrido electrónico", para que de verdad estén incomunicados los purpurados con el exterior, aunque de momento los teléfono de última generación funcionan perfectamente dentro del recinto.