L D (EFE) En 2004, el crecimiento en la zona euro fue el mayor de los últimos cuatro años y se situó cerca de su potencial, pero la expansión se ralentizó "considerablemente" durante la segunda parte del año, explicó en rueda de prensa el director general de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión, Klaus Regling.
Ese menor ritmo de la actividad económica en la segunda parte del año, aparte de su impacto en la media de crecimiento en 2004, "limita" igualmente las expectativas de crecimiento anual del PIB para este año, situadas en un 1,6% en las últimas previsiones económicas de primavera de la Comisión.
Entre los riesgos de los que advierte la Comisión está la desaceleración del comercio mundial en los primeros meses de este año, que puede suponer "un freno al crecimiento del PIB a pesar de la continua mejora de la demanda doméstica".
La inflación ha mostrado signos de relajación pero los precios del crudo plantean un creciente riesgo de aumento de los precios para el consumidor a corto plazo y para el poder adquisitivo de los hogares. Según los expertos de la Comisión, existe la posibilidad de un periodo prolongado de altos y volátiles precios del petróleo, lo que podría "aguar" el crecimiento. "Los precios del petróleo continúan siendo empujados por el continuo y fuerte crecimiento de la demanda global, especialmente desde China e India", así como por su falta de capacidad extra, sus relativamente bajos niveles de almacenamiento y las continuas amenazas de interrupción del suministro.
Por ello, la Comisión advierte de que "en un mercado del petróleo muy riguroso, hay un riesgo de que los precios aumenten más en caso de un shock en el suministro o la demanda". En cuanto a la inflación, el problema puede estar en una desaceleración mayor de lo esperado, que puede amenazar el consumo privado. Según los datos publicados hoy por la Oficina Estadística Comunitaria (Eurostat), la tasa de inflación anual tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea (UE) se mantuvo estable en el 2,1% en marzo pasado en comparación con el mes anterior.
Hay que añadir el descenso de la confianza empresarial, los desequilibrios globales y el deterioro de la competitividad en algunos de los Estados de la zona euro. Además hay signos de que la actividad global está menos equilibrada, con Estados Unidos, China y las economías de mercado emergentes que finalizaron fuertes en 2004, frente a un débil crecimiento en la zona euro y Japón. "Parcialmente por esto", los desequilibrios contables se han ampliado, lo que podría "aumentar el riesgo de un brusco ajuste más adelante" en el año. Como dato positivo, la demanda doméstica comenzó a mostrar algunos signos de fortalecimiento y se ha registrado una "modesta recuperación" de las inversiones en la segunda mitad de 2004, mientras que el consumo privado "aprovechó el momento en el último trimestre".
Además, las exportaciones de la zona euro se han mostrado "relativamente estables" en la última década pero su evolución está siendo desigual debido a las diferencias de precios y de costes de competitividad en los Estados miembros, que varían sensiblemente en función de las regiones y de los sectores, resaltó Regling. Por otro lado, los indicadores empresariales han mostrado "señales mixtas", por lo que "la fortaleza subyacente de la economía no debería ser subestimada", afirma el informe. No obstante, recuerda que "aunque ha mostrado una evolución saneada en el año en su conjunto, la expansión económica se ha relajado entre la primera y segunda parte de 2004". "Después de unos datos sorprendentes en los dos primeros trimestres, con tasas de crecimiento por encima del potencial, en los últimos tres meses fue apenas del 0,2", agrega el documento.