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El Tribunal Supremo español confirma que la Audiencia Nacional puede juzgar al argentino Scilingo

Los miembros del Tribunal Supremo de España han confirmado la decisión de la Audiencia Nacional que declaró su competencia para juzgar al ex militar argentino Adolfo Scilingo por supuestos crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura militar argentina. después de que el juez Baltasar Garzón abriera un proceso por los crímenes en Argentina, Scilingo ofreció colaborar sin rehusar su propia responsabilidad en los hechos.

LD (EFE) En una sentencia, la Sala Segunda del Alto Tribunal Supremo de España ha rechazado el recurso interpuesto por el militar argentino retirado Adolfo Scilingo, preso en una cárcel española tras ser procesado por el juez Baltasar Garzón por delitos de genocidio, terrorismo y torturas durante la dictadura que gobernó Argentina. De esa manera, el máximo órgano judicial confirma el auto emitido por la Audiencia el 28 de julio de 2003.
 
El Supremo señala que en este caso es competente la jurisdicción española porque los delitos de los que se acusa a Scilingo "afectan a bienes cuya protección resulta de interés para la comunidad internacional (...), el presunto culpable se halla en territorio español (...) y existe un punto de conexión directo con intereses nacionales en cuanto aparecen víctimas de nacionalidad española".
 
Scilingo, de 57 años, es un ex oficial de la Armada argentina que denunció ante Garzón las violaciones de derechos humanos por parte de la dictadura militar. Destinado en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), estuvo al cargo del departamento de Reparaciones, Electricidad y Automotores, cuyo mantenimiento le permitía acudir a lugares restringidos del recinto, como los reservados al Grupo Operativo.
 
Según sus propias declaraciones tuvo conocimiento de las torturas a que se sometía a los opositores detenidos, llegando incluso a participar en dos "vuelos de la muerte", en junio y agosto de 1977. Confesó haber tomado parte en el lanzamiento en alta mar de treinta personas que antes fueron anestesiadas y trasladadas en aviones de la Marina de Guerra y de la Prefectura Naval, para ser arrojadas desnudas al Atlántico.
 
En 1996 y tras conocer la iniciativa de Garzón de abrir un proceso por los crímenes de la dictadura argentina, Scilingo escribió al juez español una carta, que fue entregada por su esposa en la embajada de España en Buenos Aires. El ex militar ofreció su colaboración sin rehusar su propia responsabilidad, "como integrante de la plana mayor de la ESMA", en los hechos juzgados.
 
Scilingo acudió a España acompañado de su abogado y declaró por primera vez el 7 de octubre de 1997 ante Garzón, que ese mismo día dictó su prisión provisional, incondicional e incomunicada, ya que el ex militar admitió su participación en dos de los vuelos. Después, en enero de 1998, salió de la cárcel en libertad provisional, aunque se le prohibía abandonar el territorio español y sin el carácter de testigo protegido, que el imputado había solicitado. Un año después, Garzón le comunicó su procesamiento junto con otros 98 militares argentinos por genocidio, terrorismo y torturas, aunque el ex militar afirmó ante el juez que no participó en los llamados "vuelos de la muerte" y que no recordaba ningún dato sobre la represión durante la dictadura argentina.

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