(Libertad Digital) Con esos seis puntos de ventaja, más la diferencia particular de goles a favor, el conjunto de Frank Rijkaard debería entrar en barrena para acabar con más de un lustro de sequía. Pero no son ésas las cuentas de Vanderlei Luxemburgo, que confía en llegar con posibilidades dentro de dos jornadas. Es en ese momento, según el técnico brasileño, cuando puede fallar el Barcelona, que jugará en Valencia y en el campo del Levante, y recibirá la visita del Villarreal. Para eso, precisa ganar todo el Madrid.
El sábado, ante el Villarreal, los blancos salvaron un duro un examen porque lo tuvo en contra; el rival que mejor juego ha practicado en la segunda vuelta, un marcador en contra por un penalti injusto transformado por Riquelme y, tras lograr el empate, la expulsión de Walter Samuel. Se sobrepuso a todo el Real Madrid. A base de casta y gracias a una jugada de talento de Zidane, a la renovada eficacia goleadora de Ronaldo, que marcó por tercera jornada consecutiva, y a la aportación de Míchel Salgado, el jugador que, en estos momentos, mejor ilustra antiguos valores que aprecia la grada. El Madrid concluyó en estado de éxtasis, tan excitado que el final del partido también se llevó por delante Zidane, grabado por quince cámaras para plasmar su genio en una película y expulsado, junto a Quique Álvarez, por involucrarse en una pelea en la que no había sido invitado.
Toda la euforia, sin embargo, la rebajaba el Barcelona poco menos de 24 horas después, cuando, al contrario que el Madrid, lo tuvo todo a favor; aprovechó al máximo sus ocasiones y goleó a un Málaga que terminó con nueve jugadores, tras ser expulsado Marcio Amoroso y lesionarse Juan Rodríguez cuando el técnico ya había hecho los tres cambios. Fue mejor el Málaga en el primer tiempo, cuando incluso reclamó un posible penalti del meta Víctor Valdés a Juan Rodríguez, pero llegó al descanso con el partido perdido, gracias a los goles de Oleguer y Giuly, quien también marcó tras el descanso, para lograr una goleada que cerró de cabeza Gerard López.
El Barcelona y el Real Madrid no son los únicos que echan cuentas, tras una jornada llena de sorpresas, en la que han fallado casi todos los que buscan los puestos europeos y el Numancia, prácticamente, se ha despedido de la categoría. El gran favorecido de la jornada 'rompe-pronósticos' ha sido el Sevilla, que se ha exhibido en Bilbao y se asienta en el tercer puesto, con tres puntos de ventaja sobre el Villarreal, aunque éste con un partido menos, el que disputará el jueves contra el Osasuna. El conjunto de Joaquín Caparrós terminaba con casi todas las ilusiones europeas del Athletic, al que derrotaba con dos tantos de Julio Baptista y otro del canterano Jesús Navas. Julen Guerrero, en el 87, no pudo más que reducir la desventaja.
El Valencia derrotaba por 2-0 a un Albacete empeñado en descender antes de tiempo gracias a los goles de Mista y Angulo. El Espanyol ganabapor 3-1 al Zaragoza, con dos dianas de su capitán Tamudo. Valencianistas y españolistas también salen beneficiados del descalabro general en la zona europea. Porque, ni el Atlético, de nuevo impotente contra el Osasuna en Pamplona (1-0), ni el Betis, derrotado en su campo frente a la Real Sociedad (2-3), y mucho menos el Deportivo, goleado en Riazor (1-4) por el Racing de Santander, con un 'hat-trick' del israelí Benayoun, parecieron jugarse gran parte de la temporada, y vuelven e echar mano de la calculadora.
Más dramática aún es la situación en la parte baja, donde la derrota ante el Mallorca (1-2) ha terminado definitivamente con el optimismo del técnico del Numancia, Máximo Hernández, que durante varias jornadas se había negado a admitir la evidencia. Al contrario, Héctor Cúper tuvo al fin una alegría. Después de pedir que su equipo, por lo menos, descendiese con dignidad, el Mallorca se ha situado a siete puntos del Levante, que tras perder en Getafe (1-0), aún no puede respirar tranquilo.