L D (EFE) El presunto líder de una célula de Al Qaeda en España desarticulada tras el 11-S, Imad Eddin Barakat, "Abu Dahdah", negó haber mantenido una relación personal con Jamal Zougam, uno de los supuestos autores materiales del 11-M, y estimó que no era un "musulmán practicante" porque le "veía con chicas".
Así lo aseguró, el sirio español "Abu Dahdah", que negó haber participado en reuniones con algunos de los procesados en esta causa y afirmó que tanto la "Alianza Islámica" o los "Soldados de Alá", organizaciones supuestamente creadas por él para reclutar muyahidines, no existen y son "un invento" que ha visto en el sumario de este caso.
A preguntas del fiscal, Pedro Rubira, "Abu Dahdah" recordó que a Jamal Zougam le conocía porque éste abrió una tienda de alimentación en la calle Tribulete de Madrid, y empezó a suministrarle mercancías, como calabacines o dátiles. Según su versión la relación no pasó de saludos y sonrisas. Negó que hubiese habido visitas entre ellos y que Zougam le llamase en 2001 para decirle que había llegado de Marruecos. De Zougam también dice: "Creo que no era practicante porque le veía con chicas, y un musulmán practicante no se ve así".
"Abu Dahdah" reconoció que acudía con frecuencia a la mezquita de Estrecho y a la de la M-30 –frecuentada por Yusuf Galán y los hermanos Almallah– pero que no era cierto que se dedicara a introducir propaganda del grupo terrorista GIA.
Preguntado por una fotografía en la que aparece apuntando con una pistola a una diana y que le fue intervenida a raíz de su detención explicó que se la hizo su mujer en una galería de tiro que había en un restaurante en Alemania en 1988 ó 1989. Eso sí, según su testimonio, la pistola no era suya y, además, no le "gusta disparar".
Sobre si conocía Chej Salah, quien supuestamente lideraba esta célula de Al Qaeda en España antes de que le tomara el relevo "Abu Dahdah", para quien el fiscal pide 62.512 años de cárcel, afirmó que lo veía en la mezquita de Estrecho y que nunca tuvo reuniones con él y que no le dijo que se iba a Pakistán sino que se trasladaba a trabajar a Granada. Señaló que posteriormente le llamó desde Pakistán y le pidió perdón por no haberle dicho la verdad y, aunque mantuvieron su amistad a través del teléfono, aseguró que no sabía si estuvo en Afganistán.
De Abu Qutada, quien tras permanecer varios años preso en Londres por su presunta relación con el 11-S se encuentra ahora en libertad vigilada, admitió conocerle y que entre 1995 y 2000 viajó "bastantes veces" a verle porque "es un clérigo sabio, conocido en el mundo musulmán y me gusta hablar con él".
El fiscal también le preguntó si entregó dinero al periodista Taysir Alony (Al Yazira) para que se lo llevara a Mohamed Bahaiah, supuesto correo de Ben Laden entre Europa y Afganistán, y aunque en un principio lo negó después recordó que podría existir "algo de eso" pero que la cantidad era mínima.
Así lo aseguró, el sirio español "Abu Dahdah", que negó haber participado en reuniones con algunos de los procesados en esta causa y afirmó que tanto la "Alianza Islámica" o los "Soldados de Alá", organizaciones supuestamente creadas por él para reclutar muyahidines, no existen y son "un invento" que ha visto en el sumario de este caso.
A preguntas del fiscal, Pedro Rubira, "Abu Dahdah" recordó que a Jamal Zougam le conocía porque éste abrió una tienda de alimentación en la calle Tribulete de Madrid, y empezó a suministrarle mercancías, como calabacines o dátiles. Según su versión la relación no pasó de saludos y sonrisas. Negó que hubiese habido visitas entre ellos y que Zougam le llamase en 2001 para decirle que había llegado de Marruecos. De Zougam también dice: "Creo que no era practicante porque le veía con chicas, y un musulmán practicante no se ve así".
"Abu Dahdah" reconoció que acudía con frecuencia a la mezquita de Estrecho y a la de la M-30 –frecuentada por Yusuf Galán y los hermanos Almallah– pero que no era cierto que se dedicara a introducir propaganda del grupo terrorista GIA.
Preguntado por una fotografía en la que aparece apuntando con una pistola a una diana y que le fue intervenida a raíz de su detención explicó que se la hizo su mujer en una galería de tiro que había en un restaurante en Alemania en 1988 ó 1989. Eso sí, según su testimonio, la pistola no era suya y, además, no le "gusta disparar".
Sobre si conocía Chej Salah, quien supuestamente lideraba esta célula de Al Qaeda en España antes de que le tomara el relevo "Abu Dahdah", para quien el fiscal pide 62.512 años de cárcel, afirmó que lo veía en la mezquita de Estrecho y que nunca tuvo reuniones con él y que no le dijo que se iba a Pakistán sino que se trasladaba a trabajar a Granada. Señaló que posteriormente le llamó desde Pakistán y le pidió perdón por no haberle dicho la verdad y, aunque mantuvieron su amistad a través del teléfono, aseguró que no sabía si estuvo en Afganistán.
De Abu Qutada, quien tras permanecer varios años preso en Londres por su presunta relación con el 11-S se encuentra ahora en libertad vigilada, admitió conocerle y que entre 1995 y 2000 viajó "bastantes veces" a verle porque "es un clérigo sabio, conocido en el mundo musulmán y me gusta hablar con él".
El fiscal también le preguntó si entregó dinero al periodista Taysir Alony (Al Yazira) para que se lo llevara a Mohamed Bahaiah, supuesto correo de Ben Laden entre Europa y Afganistán, y aunque en un principio lo negó después recordó que podría existir "algo de eso" pero que la cantidad era mínima.