LD (EFE) Muhamed Salij, el líder del opositor Partido democrático Erk, ha declarado a la agencia de noticias rusa Interfax que "en Uzbekistán comenzó una insurrección contra el régimen dictatorial de Islám Karímov", el presidente uzbeko, quien, según su opinión, gobierna con mano dura y utiliza la represión contra sus opositores bajo el pretexto de luchar contra el "terrorismo islámico".
Salij dijo que "el régimen de Karímov tilda esa insurrección de 'islámica', pera ganar el derecho legal de aplastar la rebelión de la manera más sangrienta". Mencionó que la insurrección uzbeka se inspira en las rebeliones populares contra los regímenes gobernantes ocurridas en el último año y medio en Georgia, Ucrania y Kirguizistán.
Pero a diferencia de esas "revoluciones de terciopelo", los sucesos uzbekos tomaron desde el principio la senda de la violencia, con una rebelión armada aplastada a sangre y fuego por el Ejército, con un saldo de numerosas víctimas civiles.
"La represión sistemática de la disidencia y la intransigencia religiosa de las autoridades derivaron en una rebelión espontánea de la población", declaró el Partido Democrático uzbeko Erk en un comunicado difundido en internet a través de la agencia Centrasia.ru.