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El PP exige a Vallespín que dimita por "conspirar" con De la Vega para publicar las encuestas

El portavoz del PP en la Comisión Constitucional del Congreso, Jorge Fernández Díaz, pidió este miércoles la dimisión del presidente del CIS, Fernando Vallespín, por haber pospuesto la publicación de dos estudios hasta después de la celebración del Debate del estado de la Nación y hacerlos coincidir con su comparecencia ante el Parlamento. Fernández Díaz acusó a Vallespín de "ofensa al Parlamento" y señaló que el Barómetro de Marzo del CIS y un estudio sobre violencia de género fueron presentados tras la celebración del debate, no por "azar" sino que corresponde una "conspiración" política del director del CIS y la vicepresidenta Fernández de la Vega.

L D (Europa Press) El director del Centro de Investigaciones Sociológicas, Fernando Vallespín, por su parte, justificó el retraso por problemas logísticos, de agenda por la Semana Santa y el puente de mayo en Madrid y, sobre todo, por una cuestión de "respeto" al Parlamento, en un intento de cumplir su compromiso de no hacer públicos estudios sin comunicarlos antes a la Cámara.
 
Sin embargo, después de aludir a los problemas técnicos y las vacaciones de Semana Santa y el puente de mayo, Vallespín explicó que, dado que los resultados de la encuesta sobre igualdad de género eran "favorables al Gobierno", decidió posponer su publicación hasta después el debate sobre el Estado de la Nación para no interferir en el mismo. "Me extraña que ponga en cuestión mi transparencia –señaló al diputado popular– cuando ustedes no daban ni la mitad de la información que nosotros y con la manipulación con la que ustedes presentaban los resultados de las encuestas".
 
"Conspiración" con Fernández de la Vega
 
Jorge Fernández Díaz advirtió a Vallespín de que "pasará a los anales del CIS porque por primera vez un presidente se ha plegado a los intereses partidistas del Gobierno para negar al Parlamento un Barómetro del CIS", concretamente el correspondiente a marzo, presentado este miércoles en el Congreso, "y no pudimos utilizarlo para fijar posiciones políticas en el debate sobre el Estado de la Nación".
 
A su juicio, esta decisión constituye una "ofensa al Parlamento" ya que en ningún caso ese retraso puede achacarse al "azar o al cálculo de probabilidades y coincide con su comparecencia en la Cámara". No obstante, en una dura intervención, expresó su convicción de que esta medida no la tomó Vallespín "motu proprio", sino se "prestó a un juego lamentable que ha roto la confianza que tiene que haber entre una institución como el CIS y esta Cámara", y que, según Fernández Díaz, se debió a una "conspiración" con Fernández de la Vega.
 
Vallespín negó que se tratara de una ofensa a las Cortes "sino todo lo contrario: las razones fundamentales que están detrás son por respeto al Parlamento". Así, explicó que mientras el estudio sobre el debate sobre el Estado de la Nación "debía presentarse hoy porque acabó oficialmente ayer", tras la votación de las propuestas de resolución de los grupos, en el caso del Barómetro de marzo se debió a cuestiones de agenda y logísticas principalmente.
 
En este sentido, y presentando "por delante" sus disculpas por que el Barómetro de marzo no saliera en abril como es lo habitual, explicó que se debió a que, por primera vez en la historia de la institución se incluían preguntas sobre igualdad de género y había que hacer un cuestionario "ex novo", al tiempo que se esperó al debate parlamentario sobre las nuevas medidas de violencia de género para poder incluirlas en las preguntas. A ello se unió la Semana Santa, lo que impidió hacer el trabajo de campo en marzo. Además, recordó que ese mes el CIS realizó otros cuatro estudios, incluida una macroencuesta. "Si decido colgar los resultados en el web del CIS cumplo la ley por plazo, pero incumplo con mi compromiso adquirido con esta Cámara de no hacer público ningún barómetro sin antes presentarlo al Congreso –explicó Vallespín–. Tuve que optar y, además, como los resultados del barómetro eran favorables al Gobierno, interpreté que debía esperar al final del debate sobre el Estado de la Nación para presentarlos". En este sentido, expresó su convicción de que "una encuesta del CIS no debe interferir en la política del país y menos en algo tan importante como el debate sobre el Estado de la Nación".
 
"En los nueve años anteriores no hubo Semana Santa"
 
Estas explicaciones, sin embargo, fueron respondidas con ironía por el portavoz del PP, quien admitió en ese tono las justificaciones apuntando que probablemente "en los nueve años anteriores no hubo Semana Santa" en marzo ni puente de mayo en Madrid, e interpretó de la intervención de Vallespín, igualmente con cierta sorna, que "cuando los resultados de los estudios perjudiquen al Gobierno el CIS acelerará su presentación". En el mismo tono, le señaló a Vallespín que "un ser impoluto" como él en esa tesitura que se le presentó debería haber llamado a la oposición, explicarles la situación y comunicarles los datos de las encuestas. "Es una cuestión de sentido común –concluyó–: si no ha sido voluntario desde el punto de vista político de manipular datos, es tal la secuencia de ineficacias e incompetencias que debería presentar su dimisión a la vicepresidenta del Gobierno".
 
En la réplica, Vallespín insistió en que tomó la decisión para que las encuestas no fueran "instrumentalizadas" en el debate sobre el Estado de la Nación "aun a sabiendas de que podía haber reacciones como las que ha habido por su parte", dijo al diputado del PP. El portavoz socialista en la comisión, José Andrés Torres Mora, terció en el debate confiando en "el esfuerzo de transparencia" del CIS y recriminó a Fernández Díaz sus "fuertes acusaciones" tanto a Vallespín como a Fernández de la Vega. Además, en su condición de sociólogo, recordó que no se produjeron entre marzo y abril en España "cambios tan importantes como para que perjudicase a los votantes del PP" y que la publicación de los datos de los estudios antes del debate "no habría cambiado la estrategia de los grupos en el debate". En su opinión, la postura del Grupo Popular ante el presidente del CIS se debe a su deseo de que deje el cargo porque antes de acceder a él "participaba en una tertulia de radio y sus opiniones no eran en favor del PP". A su juicio, si se hubieran presentado los estudios antes del debate el Grupo Popular habría pedido la dimisión por hacerlo una semana antes del mismo.
 
Tras la comisión, el diputado del PP censuró también en los pasillos del Congreso que el sondeo sobre el Debate sobre el estado de la Nación se hiciera mediante encuesta telefónica. Su homólogo socialista le respondió que en últimos 3 ó 4 años de Gobierno del PP ya se hacían por este sistema "porque son mucho más rápidas y los resultados tienen que presentarse en un plazo razonable". "El retraso en el trabajo de campo poco tiene que ver con los resultados del debate, que es lo que a ellos realmente les duele", apostilló.

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