L D (Europa Press) Maragall aseguró al arzobispo que "nunca estuvo en su ánimo faltar al respeto a ninguna creencia o símbolo" y lamentó que "algunas personas se hayan podido sentir ofendidas" con la divulgación de esas imágenes. En el primer acto a su llegada a Barcelona, y que no estaba previsto en su agenda, Maragall quiso expresar así sus respetos a la comunidad católica y "deshacer cualquier malentendido que se haya podido crear en torno a una situación vivida sin malicia por ninguno de los protagonistas", señalaron fuentes de la presidencia en un comunicado.
En su entrevista con Martínez Sistach, el presidente quiso destacar también el "contraste" entre la "magnificación y utilización política por el hecho de fotografiarse con una corona de espinas y la aceptación como un hecho normal de la comercialización de este objeto entre muchos establecimientos del sector turístico de Jerusalén". Con esta entrevista, el presidente catalán reaccionaba de inmediato a las voces críticas que desde los sectores católicos se habían levantado ante la utilización caricaturesca de un símbolo de esta religión por parte de Maragall y Carod, ante lo que varios obispos españoles expresaron hoy su "malestar y disgusto".
También la entidad E-Cristians criticó este lunes el "gesto insólito" de los representantes del Gobierno catalán, que calificó de "vergüenza y ofensa", al "parodiar un símbolo del Cristianismo en aquel lugar, con el agravante" de que iban en representación "de los catalanes". "Su comportamiento ha sido ofensivo, irrespetuoso, frívolo e irresponsable", aseguró la entidad en un comunicado.