L D (Agencias) Marín cierra así el período de reflexión que se había dado cuando todos los grupos de la Cámara, salvo el PP, le pidieron que volviera a aplicar el criterio que empleó durante el mes de febrero -permitir un uso breve del catalán, el gallego y el euskera al inicio de las intervenciones y con traducción al castellano- y que luego revocó tras un incidente con el portavoz de ERC, Joan Tardá. Fue precisamente Tardá quien suscitó este martes esta cuestión durante la Junta de Portavoces de la Cámara, al preguntar a Marín si pensaba cambiar su criterio después de que el Congreso aprobase la semana pasada una moción, consecuencia del debate sobre el estado de la nación, relativa al fomento del plurilingüísmo en los órganos constitucionales.
La respuesta de Marín, según fuentes parlamentarias, fue que esa resolución apuntaba precisamente en la línea que él ha venido defendiendo de que sean los grupos parlamentarios los que resuelvan esta cuestión en el futuro Reglamento de la Cámara. Además, Marín insistió en que, por su parte, sólo podría regresar al criterio anterior de permitir un uso breve de las lenguas si hubiese unanimidad de todos los grupos, algo descartado por la oposición del PP.
Tardá insistió en que su grupo comparte con Marín la opinión de que la solución a este conflicto debe darse en el Reglamento del Congreso y lamentó que "de manera transitoria" no sea posible el uso de las lenguas autonómicas de forma pacífica en el Congreso. Se remitió a la resolución aprobada tras el debate del estado de la nación que, en su opinión, "obliga" al PSOE a mover pieza en el marco de la ponencia de reforma del Reglamento.
La respuesta de Marín, según fuentes parlamentarias, fue que esa resolución apuntaba precisamente en la línea que él ha venido defendiendo de que sean los grupos parlamentarios los que resuelvan esta cuestión en el futuro Reglamento de la Cámara. Además, Marín insistió en que, por su parte, sólo podría regresar al criterio anterior de permitir un uso breve de las lenguas si hubiese unanimidad de todos los grupos, algo descartado por la oposición del PP.
Tardá insistió en que su grupo comparte con Marín la opinión de que la solución a este conflicto debe darse en el Reglamento del Congreso y lamentó que "de manera transitoria" no sea posible el uso de las lenguas autonómicas de forma pacífica en el Congreso. Se remitió a la resolución aprobada tras el debate del estado de la nación que, en su opinión, "obliga" al PSOE a mover pieza en el marco de la ponencia de reforma del Reglamento.
La pelota, "en el tejado de todos"
El portavoz socialista en la Cámara Baja, Alfredo Pérez Rubalcaba, no se dio por aludido y afirmó que la pelota no está en el tejado del PSOE sino "en el tejado de todos". En su opinión, su grupo se encuentra en una oposición centrada entre otras dos "más radicales", ya que el PP no quiere ver las lenguas en el Congreso "ni en pintura", mientras que los nacionalistas piden que tengan un tratamiento idéntico al castellano. Los socialistas son partidarios de que haya "algún reflejo" de la realidad plurilingüe en el Congreso, pero de que éste sea "medido y tasado", ya que consideran, dijo Rubalcaba, que el castellano debe ser la lengua con la que se trabaje fundamentalmente en la Cámara.
El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, se felicitó de que la posibilidad de que Marín dicte una resolución que autorice el uso de las lenguas pase "al olvido y a dormir el sueño de los justos" y que haya que esperar a un cambio del Reglamento del Congreso. En ese sentido, advirtió de que, mientras el PP tenga algo que opinar al respecto, "la posición de Tardá no será la que prospere".