(Libertad Digital) Reproducimos íntegramente el comunicado del Foro de Ermua tras el atentado de este miércoles en Madrid:
Bilbao. 25 de mayo, 2005.
Esta nueva acción terrorista viene a demostrar, nuevamente, la nula intención de ETA de abandonar sin más el terrorismo, sin contrapartidas. En este sentido no ha habido ningún cambio, no hay ningún indicio serio que indique que ETA quiere dejar de asesinar y amedrentar.
El único indicio de importancia sobre una supuesta nueva actitud de ETA que aduce el Gobierno, así como el PNV y Carod-Rovira, es la ausencia de atentados mortales de la banda durante los pasados 24 meses, desde mayo de 2003. Pero la explicación es otra, completamente distinta. Durante este periodo ETA ha sufrido una asfixiante persecución policial, que ha llevado a desmantelar varios de sus estructuras centrales e innumerables comandos. Por otro lado, la Policía Nacional y la Guardia Civil han impedido varias masacres que ETA estaba a punto de llevar a cabo, como la de las mochilas-bomba en el tren Irún a Madrid, en el día de Nochebuena de 2003 y otro apenas diez días antes del 11 de marzo de 2004 (la camioneta interceptada en Cuenca). ¿Eran esos intentos de masacres de ETA -hace poco más de un año- expresivos de una nueva actitud y de su disposición a disolverse?
Finalmente, el profundísimo rechazo al terrorismo provocado en toda la sociedad española tras la masacre del 11 de marzo, ha forzado a ETA a aplazar la comisión de nuevos asesinatos hasta que remita aquella reacción a los atentados de los islamistas.
No conviene que nos dejemos equivocar. ETA sigue extorsionando y preparándose para asesinar. Después de lo que hemos vivido, no podemos dejarnos engañar por cantos de sirena y por supuestos cambios que no se han producido. Lo único que ha cambiado en Euskadi y en el resto de España es que ahora la gran mayoría del movimiento cívico y de la sociedad tenemos claro que la firmeza contra ETA es el único camino para la libertad y que la política antiterrorista seguida hasta ahora ha dado unos magníficos resultados y el Estado debe perseverar en ella, cualquiera que sea el partido en el Gobierno.
Este nuevo atentado es un motivo adicional para acudir masivamente a la manifestación de las víctimas del terrorismo el día 4 de junio en Madrid, mostrar la fortaleza cívica y tomar la calle dejando claro que nunca permitiremos que se ceda ante el terrorismo.
Tras este atentado, resulta todavía más necesario recuperar el espíritu de rebelión que nació en Ermua y que, por encima de siglas partidistas, unidos en el rechazo de ETA-Batasuna y en la denuncia de sus numerosos cómplices (PNV, EA, IU-Ezker Batua, Carod-Rovira y otros), consigamos que la concentración del día 4 de junio sea un éxito clamoroso de la lucha por derrotar a ETA y por la libertad de los españoles.