L D (Europa Press) Durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, el jefe de la Diplomacia insistió en que había actuado "con conciencia" ante una "serie de errores de mala organización", motivo por el que se han tomado estas decisiones. En el caso concreto del embajador, Moratinos dijo que, a pesar de esta medida, Mirapeix goza de su "plena confianza", aunque le pidió que no se repitan actos de este tipo y que "se esmere" en la organización y control de las acciones "de todo el funcionariado".
Por su parte, el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores, Gustavo de Arístegui, consideró que no se puede hacer "de una ofensa gratuita y un esperpento político, un simple problema de floristería o como diría alguien una política exterior de juegos florales". "No se puede dejar al algur de la explicación de la floristería los problemas políticos graves que provoque un socio de su gobierno que pone de manifiesto, a nuestro juicio de forma alarmante, las hipotecas y los lastres que tiene su gobierno no sólo en política interior sino en política exterior", afirmó.
Ante estas declaraciones, Moratinos respondió que no quiere entrar en la polémica de esta cita ya que se pueden sacar de contexto de sus "declaraciones globales" que hizo el pasado lunes en Bruselas. "Yo se que lo de la floristería tuvo un buen efecto de impacto, pero no se leyeron la continunidad de mis declaraciones ni de las acciones del ministerio", concluyó.
Según la Embajada, el funcionario expedientado retiró el crespón con la banda española de la corona de flores que Maragall y Carod Rovira colocaron en el Museo del Holocausto de Jerusalén. Por este motivo, Sánchez Bustamante fue convocado de urgencia a Madrid para determinar las responsabilidades en las que haya podido incurrir.