L D (EFE) La Dirección General de Seguridad Industrial y Consumo detectó la pasada semana las irregularidades de estos productos tras la realización de una campaña autonómica de inspección y control de productos de puericultura y los introdujo en la Red de alerta, lo que ha posibilitado la retirada de 202 biberones.
Los artículos son cuatro modelos de biberones, tres de ellos de procedencia asiática y uno nacional, que presentaban mediciones inexactas de la cantidad, lo que puede provocar una mala alimentación del niño o problemas en la administración de medicamentos junto con el preparado, por exceso o por disminución. Asimismo, los materiales de fabricación no cumplían las pruebas de resistencia y en algún caso con un pequeño estirón se desprendía la tetina con el consiguiente peligro de asfixia para el niño, y carecían de resistencia térmica, por lo que se deformaba la tapa tras hervir.
También se ha detectado en alguno de ellos que los dibujos decorativos se despegan con el hervido al esterilizarse, con el riesgo de que se introduzcan en la boca del niño, y además incumplen la normativa de etiquetado, puesto que no aparece en la mayoría de ellos el nombre del fabricante o el distribuidor o el lugar de procedencia.
El director general de Seguridad industrial y consumo, Carlos Mazón, explicó que en alguno de estos artículos aparece el marcado CE, cuando los productos de puericultura no deben llevarlo, lo que induce a confusión al comprador.
Desde Consumo se recomienda que este tipo de productos destinados a la infancia se adquiera en tiendas especializadas o en farmacias, y que se observe que estén completas las instrucciones de uso y toda la información destinada al consumidor.
También se ha detectado en alguno de ellos que los dibujos decorativos se despegan con el hervido al esterilizarse, con el riesgo de que se introduzcan en la boca del niño, y además incumplen la normativa de etiquetado, puesto que no aparece en la mayoría de ellos el nombre del fabricante o el distribuidor o el lugar de procedencia.
El director general de Seguridad industrial y consumo, Carlos Mazón, explicó que en alguno de estos artículos aparece el marcado CE, cuando los productos de puericultura no deben llevarlo, lo que induce a confusión al comprador.
Desde Consumo se recomienda que este tipo de productos destinados a la infancia se adquiera en tiendas especializadas o en farmacias, y que se observe que estén completas las instrucciones de uso y toda la información destinada al consumidor.