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Camboya pide a los gobiernos del mundo que aporten pruebas del genocidio cometido por el Jemer Rojo

El Centro para la Documentación del Genocidio de Camboya ha hecho un llamamiento a los gobiernos del mundo para que aporten las pruebas de las que dispongan sobre las atrocidades cometidas por el régimen del Jemer Rojo que gobernó el país de 1975 a 1979. La documentación servirá para llevar a los genocidas que aún viven ante el tribunal internacional que la ONU pretende crear gracias a la ayuda financiera de varios países.

El Centro para la Documentación del Genocidio de Camboya ha hecho un llamamiento a los gobiernos del mundo para que aporten las pruebas de las que dispongan sobre las atrocidades cometidas por el régimen del Jemer Rojo que gobernó el país de 1975 a 1979. La documentación servirá para llevar a los genocidas que aún viven ante el tribunal internacional que la ONU pretende crear gracias a la ayuda financiera de varios países.
LD (EFE) You Chhang, director del Centro para la Documentación del Genocidio de Camboya, ha confirmado que las 42 embajadas de su país han remitido cartas a los gobiernos del mundo para que aporten todas las pruebas de las que dispongan sobre las atrocidades cometidas durante el régimen del Jemer Rojo (1975-1979).
 
Las pruebas (documentos, grabaciones de audio y audiovisuales, así como fotografías), servirán para llevar a los miembros de la cúpula del Jemer Rojo que aún viven ante el tribunal internacional que Naciones Unidas (ONU) pretende crear con la ayuda financiera de varios países.
 
El llamamiento fue efectuado por el centro cuando el próximo 17 de abril se cumplirán treinta años desde que el Jemer Rojo tomó el poder, que retuvo hasta la invasión vietnamita en enero de 1979.
 
El tribunal internacional que auspicia la ONU, y para cuyo funcionamiento serán necesarios al menos 56 millones de dólares (43 millones de euros), pretende juzgar a seis destacados miembros del Jemer Rojo, de los que únicamente dos se encuentran encarcelados.
 
Los otros cuatro, entre ellos Nuon Chea, ideólogo de la organización extremista, y Khieu Samphan, artífice de plan de transformación de Camboya en una inmensa comuna agraria, viven en libertad en el antiguo baluarte del Jemer Rojo en Pailin, cerca de la frontera con Tailandia.

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