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Aznar pide "claridad moral e intelectual" para defender la libertad ante la "tentación de la negociación o rendición"

El ex presidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, demandó este martes "claridad moral e intelectual" para defender la libertad de los españoles ante la "tentación pactista, la tentación de la entrega, del apaciguamiento o simplemente de la negociación o rendición" frente a la banda terrorista ETA. Aznar presentó al ex ministro israelí de la Diáspora Nathan Sharansky que manifestó su oposición al plan de retirada israelí de Gaza porque se trata de un "acto unilateral" que va a generar "más terror".

El ex presidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, demandó este martes "claridad moral e intelectual" para defender la libertad de los españoles ante la "tentación pactista, la tentación de la entrega, del apaciguamiento o simplemente de la negociación o rendición" frente a la banda terrorista ETA. Aznar presentó al ex ministro israelí de la Diáspora Nathan Sharansky que manifestó su oposición al plan de retirada israelí de Gaza porque se trata de un "acto unilateral" que va a generar "más terror".
L D (Agencias) José María Aznar se pronunció el discurso de presentación de Natan Sharansky, escritor, ex disidente soviético y ex ministro de la Diáspora de Jerusalén (Israel), que participó esta mañana en el Campus de verano de FAES, que tiene lugar en una hacienda rural de Navacerrada, en Madrid.
 
El ex presidente del Gobierno señaló que la libertad sigue siendo "la mayor fuerza transformadora que pueda conocerse", dado que se sitúa "por encima del miedo y del terror" y que ya ha demostrado ser capaz de terminar por "moderar al régimen más tiránico de la historia de la humanidad". "Hoy sabemos que el terror subsiste, en España lo sabemos bien –adujo Aznar–. Sabemos que en España el terrorismo destruye moral y materialmente nuestra sociedad; sabemos que asesina y explota nuestras debilidades y, frente a la tentación pactista, la tentación de la entrega, del apaciguamiento o simplemente de la negociación o rendición la defensa de la libertad, exige claridad moral e intelectual".
 
Aznar resumió la trayectoria vital de Sharansky como ejemplo de que el "anhelo de libertad" es suficiente para lograr doblegar a los regímenes totalitarios, sin que sea necesario ceder a sus demandas. "Sharansky fue condenado en 1978 a 13 años de prisión. Fue acusado de traición y espionaje, y enviado como muchos al 'gulag' siberiano –apuntó–. Su mujer buscó en el mundo libre ayuda para su causa. Como suele ocurrir en estos casos, muchos miraron para otro lado y abogaron por el entendimiento. Pero se encontró con algunas personas como el presidente de los EE.UU Ronald Reagan".
 
Según Aznar, la virtud de Reagan en aquel momento fue atreverse a llamar "las cosas por su nombre" y a calificar al "totalitarismo soviético" de "imperio del mal". "Algunos bromearon con la expresión, como bromearon con todas las cosas que decía Reagan; otros la criticaron por exagerada o belicista. Pero el hecho de que un presidente de Estados Unidos llamara a las cosas por su nombre tuvo un efecto impensable en las prisiones soviéticas, como explica Sharansky. A partir de entonces, algunas cosas fueron distintas porque muchos disidentes entendieron que no estaban solos", agregó.
 
A juicio del presidente de FAES, el ex ministro de la Diáspora en Israel se ha convertido actualmente en todo un "referente intelectual" que enseña a los demás que no se debe abandonar a "quienes sufren por la libertad". "Es un referente intelectual y moral para todos aquellos que en nuestro país entienden que la libertad es una obligación moral que exige esfuerzo y sacrificio", apostilló. Finalmente, adelantó que la Fundación que dirige ha comprado los derechos de la última obra de Sharansky para poder editarla en español. "Esta obra servirá para hacernos pensar sobre la superioridad de la sociedad libre sobre la sociedad miedo, del Estado de Derecho sobre la violencia y la intransigencia, de la verdad sobre la mentira y del bien sobre el mal, que las dos cosas también existen", concluyó.
 
Sharansky se opone al plan de desconexión
 
Por su parte Nathan Sharansky expresó su desacuerdo con el plan israelí de retirada de Gaza y afirmó que se trata de un "acto unilateral" fruto de una "concesión" de Israel, que a su juicio va a generar más "terror". En su intervención, el ex ministro subrayó que, para que Oriente Próximo acceda a la democracia, el "mundo libre" debe "hablar con los disidentes" de los regímenes totalitarios, no con sus dirigentes.

En este sentido, consideró un "error" que el mundo libre haya intentado crear la paz en Oriente Próximo "apoyando a los dictadores" y puso como ejemplo el proceso de paz entre israelíes y palestinos, que en su opinión estaba "condenado al fracaso" cuando el fallecido líder palestino Yasir Arafat empleaba su legitimidad para "fortalecer el odio contra Israel".

Sharansky confió en la instauración de la democracia en esta región porque, cuando a sus ciudadanos se les dé la oportunidad de vivir en libertad, "no querrán volver atrás", y explicó que, al igual que años atrás no se creía que Latinoamérica, Japón o la antigua Unión Soviética pudieran llegar a la democracia, "la historia también ha podido equivocarse con Oriente Próximo". El ex ministro israelí explicó que todos los dictadores, para poder continuar en el poder, necesitan tener "todo bajo control", algo que, según dijo, "no es fácil", porque cada vez existen más disidentes, por lo que el "arma mas potente" de las dictaduras es tener un "enemigo externo" y movilizar al pueblo en su contra.

A su juicio, estos regímenes necesitan mantener la "ideología del terrorismo" para fortalecer su estabilidad, a pesar de que son siempre "débiles" desde dentro, porque deben gastar cada vez más energía para controlar al pueblo. Sin embargo, "necesitan al mundo libre como amigo", continuó Sharansky, y citó como ejemplo los acuerdos de libre comercio suscritos por la URSS con otros países.

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