L D (Europa Press) "De aquí en adelante, todos nuestros afanes se podrán resumir en uno: merecer la confianza ilusionada de los españoles y conquistar la mayoría que nos permita gobernar este país. Quiero liderar una alternativa que ilusione a los ciudadanos y les lleve al convencimiento de que es bueno para todos que gane el PP", enfatizó el líder de la oposición. Rajoy dijo que su partido tiene que ser más "flexible, ágil, capaz de apelar a la mayoría" por ser una organización política "abierta y de amplio espectro", que salga "a la calle" y se acerque especialmente a los jóvenes. El PP va reforzar además su "discurso social" para sintonizar con los problemas reales y mantener su "unidad" como organización y tenga el lenguaje de un "Estado viable", que adelante propuestas económicas.
Y es que, prosiguió, los españoles no votarán al PP porque alguien les diga que lo haga, sino si "prefieren" esta alternativa a la de los socialistas. "Nos preferirán si perciben que nosotros nos preocupamos de él más que de nosotros mismos. Creo que los medios que proponemos están adaptados a este fin y que el PSOE no beneficia a la convivencia. Somos el partido de las personas, de la libertad (...). Somos, en fin, el partido del centro, porque no somos ni socialistas, ni nacionalistas, ni extremistas de ningún color", puntualizó.
"Actualizar" los mensajes
Rajoy señaló que el PP ha recorrido un primer año de oposición "muy ingrato y condicionado por la derrota electoral"; también reconoció que ahora la organización necesita "actualizar" sus mensajes y "adaptarlos" a una sociedad "que cambia", así como a un electorado que cada día exige "más rigor, más eficacia y más imaginación". Y todo, aclaró al auditorio, porque está seguro de mantener un "empate técnico" con el PSOE "que deja abiertas todas las posibilidades para el futuro".
Rajoy añadió que los socialistas barajan esa misma tesis y que, precisamente por ello, "acentúan su agresividad" contra los populares, dado que han visto como el electorado del PP mantiene su apoyo con "corazón animoso", convencidos de que la travesía de la oposición "no será muy larga". "Reconozco la gran labor que hacen nuestros adversarios para que los españoles piensen lo contrario –adujo—. Y no les queda más remedio que intentarlo, pues necesitan ocultar desesperadamente que el Gobierno hace aguas, que navega a trompicones, que ha firmado más letras de las que puede pagar y que se le aproxima la hora de la verdad".
Zapatero "ha gastado las mejores cartas"
"Pero esto es pasado. Ahora debemos mirar hacia delante, disponer con ilusión de nuestro futuro y prepararnos para afrontar las responsabilidades de esta nueva etapa. Ellos han gastado ya sus mejores cartas, las más populistas y arrulladoras. Ahora tendrán que gobernar, si es que saben. Ahora comienzan las cuestas y los tropezones; algunos ya han aparecido, como ocurre con nuestro aislamiento internacional y habrá más: La economía llama a su puerta y la educación, y la sanidad y, por encima de todo, el pago de hipotecas nacionalistas", remachó.
El líder de los populares determinó que le toca, "con muy buenos modos, tomar la iniciativa política, señalar los temas a debate, desarrollar un marcaje "riguroso e inteligente" al Gobierno socialista y "cerrarle todos los caminos de sus excusas e impedir que escurra el bulto de su mala gestión y sus errores". "Se le acabó al PSOE el esconderse detrás las faldas de una crítica constante a lo que ha sido la obra del PP al frente del Gobierno", indicó.
Dicho esto, Rajoy arremetió contra José Luis Rodríguez Zapatero, que, bajo su punto de vista, se dedica "únicamente" a atender las demandas de sus socios nacionalistas a cambio de "conservar el poder" y que, desde hace 15 meses, está "empeñado" en "dividir a los españoles, enfrentar a las instituciones, liquidar y colocar a España donde algunos nacionalistas quieren que esté, en ese rincón del aislamiento y olvido en que ya han comenzado a situarla", sentenció.