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Felipe González mediará entre el Gobierno colombiano y el ELN si cesan la violencia y los secuestros

El vicepresidente de la Comisión de Paz del Senado colombiano, Carlos Moreno de Caro, anunció este lunes que el ex presidente español, Felipe González, será el nuevo mediador para un eventual proceso de diálogo entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), bajo las condiciones del cese de hostilidades y de los secuestros. Además, según Moreno, también intervendrá en el proceso de paz el juez Baltasar Garzón, que se encargará de la orientación jurídica, "bajo la supervisión" del presidente Rodríguez Zapatero.

L D (Europa Press) Según informó la cadena local RCN, el senador explicó que el contenido de la propuesta del Gabinete de Uribe para dialogar con el ELN se mantendrá en secreto por parte del presidente colombiano salvo que exista una respuesta negativa por parte del Comando Central de dicho grupo ilegal.
 
Asimismo, afirmó que también intervendrá en el proceso de paz el juez Baltasar Garzón, quien se encargará de la orientación jurídica para el reglamento de la Ley de Justicia y Paz, que establece el marco legal para la desmovilización de paramilitares y guerrilleros. En este sentido, Moreno puntualizó que la labor de Garzón estará "bajo la supervisión" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, según señaló la emisora local "Caracol Radio".
 
En concreto, relató que el compromiso del juez Garzón se realizó durante la visita oficial del mandatario colombiano la pasada semana a España y precisó que sus principales actividades estarán encaminadas a orientar la aplicación del marco jurídico para la desmovilización de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
 
Además, el senador indicó que la mediación de Garzón servirá para tender puentes ante la comunidad internacional que, en su opinión, desconoce los alcances de la Ley de Justicia y Paz, que ha sido fuertemente criticada por organizaciones humanitarias con el argumento de que dicha norma facilita la impunidad de los terroristas, al recibir penas máximas de entre cinco y ocho años.

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