L D (Europa Press) Así lo manifestó a Europa Press su abogado, Juan Carlos Molledo, quien destacó que ni siquiera en sus primeras declaraciones a la Guardia Civil, cuando unos agentes se personaron en el lugar de los hechos el sábado, M.H.S. reconoció que había provocado accidentalmente el fuego. Según el letrado, se identificó a los guardias, y les dijo que era el responsable de la barbacoa, pero no del incendio.
"Siempre ha mantenido la misma versión: que el incendio no se produce en la barbacoa –sostiene su abogado–. Afirma que él estaba en la barbacoa y oyó una explosión, similar a cuando arrimas una llama a una cocina de gas, como la combustión. Cuando oye ese ruido se vuelve y ve que en el rastrojo que está a unos 50 ó 60 metros hay un incendio en forma de círculo. Es cuando se dan cuenta".
El abogado indica que su cliente no tiene ninguna explicación para justificar la explosión, y que sólo ha contado lo que vio y cómo fueron los hechos. Pero insiste en que "el incendio no fue de las barbacoas. El había ido al mismo sitio bastantes veces a hacer barbacoa, no era la primera vez, conocía el terreno, la zona y todo".
En cuanto a la versión del guía de la Cueva de los Casares, Emilio Moreno, el letrado afirma que no es cierta ninguna de las cosas que ha dicho, y añade que tiene elementos de prueba para demostrarlo, como las llamadas telefónicas que realizó al lugar su cliente. Así, dice que el jueves, dos días antes de los hechos, M.H.S. llama al guarda por teléfono "para ver si se puede hacer barbacoa o lleva unas tortillas", según Molledo.
De acuerdo a esta versión, la mujer del guarda dijo a M.H.S. que se podía hacer la barbacoa "sin ningún problema". En la mañana del sábado, cuando llegaron al pueblo, Emilio Moreno les dijo que podían hacer la barbacoa y les dio troncos de leña y piñas para empezar el fuego, según el imputado.