L D (EFE) Aunque en un principio la Ertzaintza no había facilitado el nombre de la empresa víctima del atentado por expreso deseo de sus responsables, posteriormente ha trascendido que se trataba de Construcciones Intxausti. El artefacto estaba compuesto por una pequeña carga de cloratita y era similar a los que ETA colocó la semana pasada en la central de ciclo combinado de Boroa y que explotaron en el exterior de las instalaciones.
Poco antes de la explosión, un grupo de terroristas callejeros obligó a los viajeros de un autobús de San Sebastián a abandonar el vehículo y posteriormente lo quemaron mediante artefactos incendiarios. El ataque ocurrió hacia las 11:15 horas en la calle Julio Urquijo del barrio de Bidebieta de la capital guipuzcoana donde un grupo de encapuchados comenzó a arrojar piedras a un autobús de línea.
A continuación, los atacantes obligaron a los viajeros del vehículo a salir del mismo y arrojaron cócteles molotov para incendiarlo. El vehículo quedó totalmente calcinado. Vecinos del barrio que al menos eran siete los terroristas callejeros que realizaron el ataque cuando el autobús se encontraba en su parada y que, como consecuencia del incendio, otros cuatro vehículos aparcados en la zona y la marquesina de la parada resultaron afectados.
Marcha por un etarra
En Bilbao también se registraron actos de terrorismo callejero. Un grupo de encapuchados quemó varios contenedores en el Casco Viejo poco después de marchar por la capital vizcaína en una manifestación convocada por los proetarras para "denunciar los hechos acaecidos en Cahors (Francia)", en referencia a la muerte en accidente de tráfico de un etarra que huía de los policías franceses.
Tres destenciones