L D (EFE) La llamada "ventana de oportunidad" fijada por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EEUU (NASA) para el lanzamiento concluye el 31 de julio. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de ampliarla, según fuentes de la agencia espacial.
El problema del "Discovery" se ve agravado por el hecho de que los miles de expertos que trabajan sin descanso en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, todavía no han determinado con precisión el fallo que obligó a suspender el lanzamiento el miércoles pasado.
"Ahora mismo todavía estamos buscando el problema", indicó Bill Parsons, director de programas científicos de la NASA. El desperfecto se localizó en uno de los cuatro sensores del depósito de combustible exterior de la aeronave. Esos aparatos, que detectan los niveles de hidrógeno líquido en la base del depósito, están diseñados para cortar la alimentación de combustible en los motores antes de que éste se agote para evitar que se dañen.
La activación prematura de cualquiera de ellos podría forzar un descenso de emergencia tras la partida o impedir que la nave llegue a la órbita prevista. "Es difícil encontrar el problema en algo que parece no tenerlo. Pero seguimos en la tarea", señaló Parsons.
El objetivo principal del "Discovery" es dotar a la ISS de repuestos, equipos nuevos y vituallas para sus dos ocupantes.