Narbona, lo inevitable y el cambio climático en Guadalajara

L D (EFE) Con un discurso leído, la ministra comenzó su intervención recordando las leyes, directrices y acuerdos en vigor para prevenir y extinguir los incendios. Recordó los mismo datos que se habían hecho públicos hace sólo dos semanas sobre la superficie quemada este año y el porcentaje de siniestros provocados por el hombre. También volvió a incidir en el plan contra incendios aprobado a principios del mes de junio y que quedó superado sólo un mes después, cuando el Consejo de Ministros se vio obligado a anunciar nuevas medidas.

 

Narbona defendió en su comparecencia la labor de la ex consejera Rosario Arévalo y también su decisión de dimitir. "La asunción de responsabilidad política, a pesar de haber actuado con el máximo empeño, es una decisión que la hora y debería ayudar a mejorar la percepción de los ciudadanos sobre las diferentes formas de ejercer un cargo público", dijo Narbona.

 

Coincidió con la ex consejera en que "ningún medio hubiera podido detener la tragedia" del incendio, dado que se produjo "un fuego de explosión", con condiciones especiales de viento, humedad y temperatura. Las condiciones especiales a las que aludió la ministra son "más de 30 grados de temperatura, viento de más de 30 kilómetros por hora y una humedad de menos del 30%", que hacen que "los incendios sean muy difíciles de detener".

 

 

Según las palabras de la ministra, es de agradecer la diligencia con la que la consejera y todo su equipo de la Junta afrontaron el incendio de Guadalajara aunque reconoció que hay que mejorar la respuesta ante el fuego. Narbona también insistió en que hay que penalizar a quien lo haya provocado. "Ha llegado la hora de actuar en la lucha contra el fuego. Las condiciones de este verano, el cambio climático y el dolor por las víctimas deben unirnos" para "dar la respuesta que los ciudadanos esperan".

 

A su juicio, hubo una "comunicación permanente entre las dos administraciones" y entre los equipos materiales y humanos, pero agregó que el hecho de que fallecieran once personas "hace de este incendio una ocasión inaplazable para un cambio de respuesta" a los incendios.

 

 

José Ignacio Echániz, portavoz del PP, acusó a Narbona de "negligencia", de no haber puesto medios suficientes y de "no haber hecho nada" a pesar de saber que habían fallecido los miembros del retén, dado que poseían información sobre el fuego a través del Seprona, de los técnicos y de las imágenes de satélite. Hubo "una dramática escasez de medios, las órdenes se daban desde un Suzuki, hubo un helicóptero que pierde su cesta de agua, improvisación, carencia de un mando único, más de 50 irregularidades detectadas en la barbacoa, fallos de las máquinas y en los medios de comunicación de los retenes", según Echániz.

"Ustedes sabían lo que pasaba y no pusieron los medios adecuados, inclumplieron el deber de auxilio y sólo reaccionaron adecuadamente cuando recibieron la noticia de los once fallecidos", denunció Echániz y, concretamente, preguntó a la ministra dónde se encontraba en las 48 horas desde el inicio del incendio. Además, recordó que el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se encontraba "de barbacoa" y el presidente del Gobierno apareció en Guadalajara unos días "después", de los cuales pasó "uno en la Flauta Mágica, otro de metedura de pata con el "plaf", y tres en Pekín, de fútbol y de compras".