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El sistema antipiratería de Microsoft recibe las primeras críticas relacionadas con su eficacia y la privacidad

La decisión de Microsoft de exigir a partir de hoy a los usuarios que demuestren que su software es original antes de permitir su actualización a través de Internet representa, según sus críticos, una afrenta a la privacidad. A su vez, algunos analistas han señalado que esta podría ser una manera efectiva de frenar a algunos usuarios, pero no será un impedimento para los falsificadores más sofisticados.

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La decisión de Microsoft de exigir a partir de hoy a los usuarios que demuestren que su software es original antes de permitir su actualización a través de Internet representa, según sus críticos, una afrenta a la privacidad. A su vez, algunos analistas han señalado que esta podría ser una manera efectiva de frenar a algunos usuarios, pero no será un impedimento para los falsificadores más sofisticados.
LD (EFE) Con Windows presente en nueve de cada diez ordenadores de todo el mundo, las alternativas de expansión no son muchas, de manera que reducir el número de copias ilegales -una de cada tres, según los cálculos de Microsoft- es una de las pocas vías de crecimiento para este negocio. Los otros dos caminos por los que Microsoft ya ha apostado son incrementar el número de computadoras por hogar y ampliar el uso de los ordenadores en los mercados emergentes.
 
El sistema

El nuevo sistema, llamado "Windows Genuine Advantage" (WGA), pretende dificultar el uso de copias ilegales del gigante informático impidiendo las actualizaciones de las copias ilegales de Windows. La única excepción serán las actualizaciones de seguridad, lo que significa que, incluso si se trata de una copia pirateada, el usuario tendrá acceso a "parches" de seguridad.

El mecanismo se basa en la instalación de un pequeño software que registra el ordenador con Microsoft y permite la descarga de las frecuentes actualizaciones de los programas de la empresa. El gigante de Redmond asegura que el programa sólo puede ser desinstalado formateando el disco duro, un proceso que destruye toda la información almacenada en el ordenador.

David Lazar, director de esta iniciativa, señaló que es necesario que la compañía haga una distinción más clara entre los usuarios que disponen de copias legales y los que no, de manera que pueda recompensar a los primeros con, por ejemplo, software gratuito. "Queremos dar a nuestros clientes una incentivo para que compren el producto genuino", dijo Alex Hilton, a cargo de la división contra la piratería.

Quienes no pasen el sistema de validación con Microsoft tendrán dos opciones. Los que envíen sus discos, muestren pruebas de que tienen una copia legal de Windows y rellenen una serie de documentos podrán acceder a una copia gratis del sistema operativo. Aquellos que no tengan los CD ni puedan demostrar que lo han comprado legalmente pero rellenen los documentos en cuestión podrán hacerse con una licencia previo pago (Windows XP Home cuesta 99 dólares, mientras que Windows XP Professional vale 149 dólares).

Microsoft ha estado probando este sistema desde el pasado septiembre, y según Lazar se han registrado unos 40 millones de usuarios desde entonces en este programa. Inicialmente, el programa ni recompensaba a aquellos que pasasen la inspección ni tampoco penaba a quienes fallaba, algo que cambiará a partir de hoy.
 
Las críticas

El sistema ha recibido fuertes críticas de grupos que promueven una mayor privacidad del contenido de los ordenadores, que temen que WGA recopile información personal que luego se envíe a Microsoft. Entre ellos se encuentra el grupo Centro para la Privacidad de la Información Electrónica, con sede en San Francisco (California), que ya ha denunciado que "el objetivo de compañías como Microsoft" es ejercer "más control sobre el usuario". La empresa informática ha negado que esté interesada en recopilar información personal y ha reiterado que WGA mantiene el anonimato de los ordenadores en los que está instalado.

Otro problema concierne a la eficacia del sistema en sí. Algunos analistas han señalado que esta podría ser una manera efectiva de frenar a algunos usuarios, pero no será un impedimento para los falsificadores más sofisticados. "El programa es bueno para los socios legítimos de Microsoft, que venden ordenadores con copias genuinas. Pero es muy difícil competir con alguien que no cumple con las reglas del juego", dijo Mike Cherry, analista de la revista "Directions on Microsoft".

El sistema es obligatorio para Windows XP y Windows 2000. Las versiones anteriores del sistema operativo no requieren validación.

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