L D (Europa Press) Según el experto, también presidente del Consejo General de Veterinarios, la enfermedad tiene un periodo de incubación de unos diez años, por lo que se podía predecir que iba a haber algún caso en España a partir de este año, ya que el primer caso vacuno en Reino Unido se descubrió en 1986, mientras que el primer caso en humanos se detectó diez años más tarde (1996). "En ningún momento quise alarmar, simplemente me basé en una simple operación aritmética", dijo. No obstante, aseguró que "es difícil saber cuántos afectados puede haber en España, pero no descarta que se detecten más durante los próximos meses". En este sentido, recordó que en Francia se detectaron unas 900 reses con EEB, y unos 12 casos en humanos; mientras que en Portugal prácticamente con el mismo número de vacunos afectados, sólo se ha identificado un caso en humanos, hace tres semanas.
Asimismo, explicó que la enfermedad del "mal de las vacas locas" se caracteriza inicialmente por un cuadro de tipo depresivo-psiquiátrico, ya que los afectados sufren alucinaciones, posteriormente ya padecen cuadros neurológicos más claros, hasta entrar en estado vegetativo, como le ha ocurrido a la joven fallecida en Madrid, de 26 años.
Desde el año 2000, en España se han descrito unos 570 casos vacunos con EEB, situándolo en el cuatro país de Europa en cuanto número de casos respecto al censo (detrás de Reino Unido, Irlanda, Portugal y España). Además, estas reses nacieron entre los años 1994 y 2000, explicó Badiola.
"Absolutamente tranquilos de la calidad de la carne española"
El secretario general de Agricultura, Fernando Moraleda, hizo a su vez un llamamiento a los consumidores, que pueden estar "absolutamente tranquilos de la calidad de la carne española" por sus garantías de seguridad alimentaria.
El responsable de Agricultura confió en las garantías de seguridad alimentaria derivadas de la aplicación del reglamento comunitario para erradicar la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), pero advirtió de que ningún experto había excluido la posibilidad de que pudieran aparecer casos en humanos.
Advirtió, además, de que nunca antes se habían destinado tantos recursos públicos a fenómeno de riesgo alimentario con este grado de incidencia. "Tenemos seguridad en las carnes españolas", insistió, tras recordar que el periodo de incubación en humanos es de cinco años.