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La denuncia de Del Olmo por la filtración a El Mundo ya está en los juzgados de instrucción de Madrid

El juzgado de instrucción número 1 de Plaza de Castilla, en Madrid, será el encargado de investigar la filtración al diario El Mundo de la parte del sumario de los atentados del 11-M sobre la que el juez instructor del caso, Juan del Olmo, levantó el secreto recientemente. El titular del citado juzgado 1 de Madrid, Pedro López Jiménez, se encuentra de vacaciones y, a pesar de que su sustituto es el titular del juzgado número 50, lo más probable es que las diligencias no comiencen a practicarse hasta el próximo mes de septiembre.

El juzgado de instrucción número 1 de Plaza de Castilla, en Madrid, será el encargado de investigar la filtración al diario El Mundo de la parte del sumario de los atentados del 11-M sobre la que el juez instructor del caso, Juan del Olmo, levantó el secreto recientemente. El titular del citado juzgado 1 de Madrid, Pedro López Jiménez, se encuentra de vacaciones y, a pesar de que su sustituto es el titular del juzgado número 50, lo más probable es que las diligencias no comiencen a practicarse hasta el próximo mes de septiembre.
L D (Europa Press) De momento, el juez sustituto verá el tema cuando tenga entrada en el juzgado, que con toda probabilidad será este martes, e incoará las diligencias previas. No obstante, durante las vacaciones de agosto los jueces que sustituyen a los titulares de otros juzgados sólo suelen practicar diligencias cuando se trata de cuestiones urgentes.
 
En caso de no serlo, prefieren esperar a que sea el titular del órgano el que comience la instrucción y practique las primeras diligencias, señalaron las fuentes consultadas.
 
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo dedujo testimonio el pasado jueves de la filtración al diario El Mundo para que un juzgado de los de Instrucción de Madrid investigara los hechos por si podrían ser constitutivos de un delito de revelación de secretos o por si alguna de las partes podría haber incumplido el artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que señala que “las diligencias del sumario serán secretas hasta que se abra el juicio oral”.
 
El viernes pasado, Del Olmo dictó un segundo acto en el que incluía la contestación del director de El Mundo, Pedro J.Ramírez, a la requisitoria del magistrado para que entregara en su juzgado la copia del sumario. El director de este medio se amparó en el secreto profesional y en el artículo 20 de la Constitución, que protege el derecho a la libertad de información y de opinión.
 
Ultimátum del juez
 
En el requerimiento que el juez remitió el jueves al director de El Mundo o representante del periódico, se advertía de que en el caso de no presentar cualquier soporte en el que tuviera copia de los tomos del 11-M sobre los que se había levantado el secreto, se deduciría testimonio por un delito de desobediencia a autoridad judicial previsto en el artículo 556 del Código Penal.
 
El juez justificó su decisión diciendo en el auto, por el que envió las actuaciones a los Juzgados de Plaza de Castilla, que lo hacía “para, salvaguardando la libertad de información, asegurar otros bienes dignos de protección especialmente los que afectan a la protección integral de los testigos protegidos”. Añade que “uno de ellos se reseña pormenorizadamente en la noticia publicada, con datos que hacían evidente su plena identificación”.
 
Soporte informático manipulado
 
Los abogados personados en la causa en la que hay 109 imputados, de los que 26 se encuentran en prisión, han sido citados por el Juzgado Central de Instrucción número 6 en distintos días para poder recoger una copia del más de centenar de tomos a los que se ha retirado el secreto, por lo que se sabe exactamente quién y desde cuándo tiene en su poder el DVD. Algunos abogados han sido citados incluso para el próximo 5 de agosto.
 
El soporte informático que se les entrega ha sido, además, manipulado con sistemas de seguridad para que no pueda ser copiado. En las ocasiones anteriores en las que se ha levantado el secreto del sumario, los CD o DVD utilizados estaban marcados con una "marca de agua" en cada una de las páginas que contenía, de forma que se podía saber quién lo había facilitado.
 
El secreto ahora levantado es una medida que debe ser acordada excepcionalmente por el juez instructor, ya que impide a los abogados personados en una causa conocer las diligencias que se van realizando, lo que dificulta el ejercicio del derecho de defensa. Los documentos bajo secreto sólo se encuentran a disposición del magistrado y del fiscal adscrito al caso.

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