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La UE hace una última oferta a Irán pero Teherán insiste en reanudar su programa nuclear

Alemania, Francia y el Reino Unido han propuesto a Irán una cita para el próximo día 31 en París para escuchar su reacción a la oferta que le han hecho este viernes para resolver el contencioso sobre el programa nuclear iraní. Teherán aunque no rechazó la oferta de principio, ofreció claras señales de que su primera intención es ignorarla y mantener la reanudación de algunas actividades nucleares.

Alemania, Francia y el Reino Unido han propuesto a Irán una cita para el próximo día 31 en París para escuchar su reacción a la oferta que le han hecho este viernes para resolver el contencioso sobre el programa nuclear iraní. Teherán aunque no rechazó la oferta de principio, ofreció claras señales de que su primera intención es ignorarla y mantener la reanudación de algunas actividades nucleares.
L D (EFE) Los europeos también han indicado a Irán que si "dejara claro" que no reanuda la conversión de uranio que amenaza hacer en breve en su central de Isfahán, estarían dispuestos a no seguir adelante con la reunión extraordinaria de la junta de gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) convocada para el próximo martes.

Estos puntos figuran en la carta, firmada por los ministros de Exteriores de los tres países europeos y el representante de política exterior de la Unión Europea, que acompaña la propuesta de un acuerdo global a largo plazo y que fue divulgada este viernes en París.

En la oferta, de 34 páginas y de la que se ha hecho público un resumen, los europeos ofrecen a Irán una serie de incentivos en los ámbitos de la cooperación nuclear civil, tecnológica, económica y de seguridad, a cambio de que este país cumpla sus compromisos internacionales de no proliferación y renuncie a actividades susceptibles de dotarle del arma atómica, incluidas todas las relacionadas con el enriquecimiento de uranio. Así, los europeos piden específicamente a Irán que renuncie a fabricar combustible nuclear, ya que se le garantizaría el abastecimiento de combustible nuclear "en los próximos años".

En el capítulo titulado "medidas de confianza", se afirma que Irán se comprometerá de forma "vinculante" a no realizar otras actividades del ciclo de combustible que la "construcción y la operación" de centrales energéticas y reactores de investigación de agua ligera. Irán también tendría que poner fin a la construcción de su reactor de agua pesada en Arak, que suscita "preocupaciones de proliferación", según los europeos. Un resumen de la propuesta europea a Irán ha sido entregado a los demás países de la UE, a los países del G8 (los siete más industrializados y Rusia) y a otros países, así como a los máximos responsables de la ONU y del OIEA.

En virtud del acuerdo concluido el pasado noviembre con los tres países europeos, Irán suspendió sus actividades de conversión, reprocesamiento y enriquecimiento de uranio, a la espera de la negociación de un acuerdo global a largo plazo. Los europeos han dejado claro que, si Irán reanuda la conversión de uranio en Isfahán, como ha indicado que planea hacer en breve, están dispuestos a elevar el tema al Consejo de Seguridad de la ONU con vistas a posibles sanciones. "Pedimos a Irán que reflexione muy seriamente" y estudie detenidamente la propuesta "importante, generosa y muy innovadora" presentada hoy, recalcó un alto funcionario francés.
 
Por su parte, el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Hamid Reza Asaefi, confirmó la recepción de la iniciativa pero se limitó a declarar escuetamente que había sido remitida a las instituciones competentes para su estudio. Poco después, comenzaba el sermón preceptivo del viernes en la Universidad de Teherán, tribuna desde la que el régimen suele lanzar su doctrina y permite entrever sus intenciones.
 
El secretario general del poderoso Consejo de Guardianes iraní, ayatolá Ahmad Yanati, encargado de pronunciarlo, no se refirió en ningún momento al plan presentado este viernes por Bruselas, pero dejó claro que su país no esta dispuesto a claudicar. "Si la intención (de Occidente) es sobornar a Irán para que renuncie a un derecho lícito, os anuncio que ni el Gobierno ni el pueblo iraní lo hará", dijo Yanati ante los miles de creyentes sentados en la explanada bajo un sol impenitente.

El clérigo recalcó después que la raíz del problema es que "ni europeos ni estadounidenses entienden a Irán" y subrayó que su país "ya ha tomado una decisión y todo lo que haga EEUU o Europa irá en su propia contra". "Desde un primer momento estaba claro que las negociaciones con los tres países europeos –Francia, Alemania y el Reino Unido– no darían resultados", agregó Yanati, miembro de uno de los mecanismos más conservadores e influyentes del régimen.

El Consejo de Guardianes, integrado por 12 religiosos, tiene derecho a veto y únicamente se somete a los dictados del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jamenei, cuyo poder es omnímodo. "Irán aceptó negociar para que no se le calificase de país que no atiende a razones en inflexible. Hemos querido demostrar que somos una nación que actúa con lógica", apostilló.

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