L D (Agencias) La familia del agricultor de 39 años Juan Martínez Galdeano, que falleció el pasado 24 de julio en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería), ha criticado que sean los propios guardias quienes se encarguen de controlar las pruebas de sus actuaciones. Consideran que esta labor debería hacerla "personal independiente para evitar su ocultación, como se ha demostrado que ocurrió" en el llamado caso Roquetas.
Leonardo Manuel Montoya, cuñado del fallecido y portavoz de la familia, criticó que "personas que tienen que estar trabajando todos los días en el mismo sitio tengan que ser quienes manipulen las pruebas". Tras matizar que la familia respalda la petición de prisión provisional para el teniente y el cabo imputados por su presunta relación con el caso, Montoya comentó que "sucesos como éste podrían evitarse si los juzgados tramitaran todas las denuncias que se presentan contra guardias civiles y policías", informó Europa Press.