(Libertad Digital) Según consta en el sumario de los atentados del 11-M en Madrid, Del Olmo requirió en junio a Garzón para que le enviara estos datos. Garzón le explica el 4 de octubre, de manera genérica, cómo están sus investigaciones y le matiza que el sumario que instruye sobre la matanza de Casablanca "se encuentra actualmente en trámite y declarado secreto". Además, sobre la implicación de detenidos en España con los atentados de Estados Unidos, el magistrado asegura que ese expediente se ha elevado a sala para ser juzgado.
Más concretamente, Garzón añade que "dada la generalidad de la solicitud, este juzgado entiende que la petición deducida se refiere a los informes policiales que motivaron la incoación del procedimiento e intervenciones telefónicas. Si fuera así, ruego a V. I. que me lo comunique, sin perjuicio de que he dado instrucciones de que se confeccionen los correspondientes testimonios de tales informes".
El diario El Mundo explica que Garzón, que tarda en remitir la información a su compañero, excusa el retraso por las vacaciones en los "negociados en los que se tramitan las causas", que provocaron que hasta el 20 de septiembre no se comenzaran los trámites. Además, Garzón explica que mantenía intervenciones policiales sobre varios de los implicados en el 11-M desde bastantes meses antes de los atentados. Entre ellos, el más destacado, El Tunecino.
Petición a la Policía
Por otra parte, en un escrito remitido a Del Olmo el 14 de diciembre de 2004, Garzón admitía que tan solo cuatro días después de los atentados había requerido a la Policía datos operativos sobre los sospechosos del 11-M. Concretamente, el juez reclamó los días 15 y 31 de marzo informes a la UCIE sobre los implicados en la matanza.
La Policía remitió a Garzón todos los datos que durante casi dos años facilitó el confidente Cartagena sobre muchos de los directamente implicados en los atentados. Por esto, el magistrado autorizó intervenciones telefónicas sobre los principales sospechosos de la masacre, entre ellos, El Tunecino.