L D (Agencias) En declaraciones a la agencia Efe el ministro serbio añadió que las autoridades del país balcánico están en "contacto permanente, ayer y hoy, con España", y reiteró que una vez completada la documentación necesaria, Serbia no tendrá "ningún interés para retener a Bouchar".
Según Jocic, el marroquí ya fue detenido el pasado 23 de junio, en una estación de ferrocarril de Belgrado durante un control en un tren procedente de la ciudad septentrional de Subotica. El hecho que el sospechoso viajase sin papeles hacia el sur del país, dirección considerada poco común para emigrantes ilegales, llamó la atención de la policía, señaló Jocic.
Bouchar no tenía documentos ni otra confirmación de identidad, por lo que le fue impuesta una detención inicial de 20 días y luego fue retenido mientras que "se emprendían todas las medidas para establecer su identidad", dijo el ministro. Tras asegurar que era ciudadano iraquí residente en Bagdad, la Policía serbia contactó primero con Interpol en la capital de Irak y tras obtener respuesta negativa cursó una solicitud de identidad de Bouchar a todos los países del mundo con huellas dactilares y otros datos que pudieran ser de ayuda.
La respuesta definitiva llegó de la oficina española de Interpol en la noche del pasado día 16, de que se trataba del único sobreviviente de las personas implicadas en los atentados del 11-M y contra quien pesaba una orden internacional de busca y captura. Jocic no precisó, en interés de la investigación y por lo delicado del caso, los movimientos y contactos mantenidos por Bouchar, y prefirió dejar esa tarea a los órganos judiciales competentes tanto de Serbia como en España.
El ministro confirmó que el juez de instrucción impuso la detención a Bouchar mientras se llevan a cabo los trámites para su extradición a España, un procedimiento en el que participarán los ministerios del Interior serbio y español, así como el Ministerio serbio-montenegrino de Derechos Humanos y Minorías. "Cuando se completa la documentación, se determina la forma, el día y la hora de la extradición. Esto siempre se determina en secreto, y depende del acuerdo entre dos países", explicó Jocic. Según el ministro, Bouchar "se encuentra ahora en un lugar suficientemente seguro, bajo constante control y un régimen de observación especial", aunque se negó a dar más detalles.
Jocic aseguró que las medidas de seguridad en Serbia fueron aumentadas después de los atentados del 11-M en Madrid y sobre todo tras la ola de violencia el mismo marzo del año pasado en Kosovo. "Desde entonces la Policía elevó el nivel de prevención y precaución", dijo el ministro y agregó que como consecuencia se efectúan los controles que han permitido el arresto de Bouchar.
Según la Justicia española, el marroquí es la persona que el 3 de abril de 2004 detectó a los policías que rodeaban la vivienda de la localidad madrileña de Leganés en la que se ocultaban varios de los supuestos autores de los atentados del 11 de marzo. Estos, tras ser avisados por Bouchar de la presencia policial, que éste detectó cuando bajó a tirar la basura, se suicidaron activando los explosivos que guardaban en el piso, acabando también con la vida de uno de los policías que cercaban la vivienda.
Según Jocic, el marroquí ya fue detenido el pasado 23 de junio, en una estación de ferrocarril de Belgrado durante un control en un tren procedente de la ciudad septentrional de Subotica. El hecho que el sospechoso viajase sin papeles hacia el sur del país, dirección considerada poco común para emigrantes ilegales, llamó la atención de la policía, señaló Jocic.
Bouchar no tenía documentos ni otra confirmación de identidad, por lo que le fue impuesta una detención inicial de 20 días y luego fue retenido mientras que "se emprendían todas las medidas para establecer su identidad", dijo el ministro. Tras asegurar que era ciudadano iraquí residente en Bagdad, la Policía serbia contactó primero con Interpol en la capital de Irak y tras obtener respuesta negativa cursó una solicitud de identidad de Bouchar a todos los países del mundo con huellas dactilares y otros datos que pudieran ser de ayuda.
La respuesta definitiva llegó de la oficina española de Interpol en la noche del pasado día 16, de que se trataba del único sobreviviente de las personas implicadas en los atentados del 11-M y contra quien pesaba una orden internacional de busca y captura. Jocic no precisó, en interés de la investigación y por lo delicado del caso, los movimientos y contactos mantenidos por Bouchar, y prefirió dejar esa tarea a los órganos judiciales competentes tanto de Serbia como en España.
El ministro confirmó que el juez de instrucción impuso la detención a Bouchar mientras se llevan a cabo los trámites para su extradición a España, un procedimiento en el que participarán los ministerios del Interior serbio y español, así como el Ministerio serbio-montenegrino de Derechos Humanos y Minorías. "Cuando se completa la documentación, se determina la forma, el día y la hora de la extradición. Esto siempre se determina en secreto, y depende del acuerdo entre dos países", explicó Jocic. Según el ministro, Bouchar "se encuentra ahora en un lugar suficientemente seguro, bajo constante control y un régimen de observación especial", aunque se negó a dar más detalles.
Jocic aseguró que las medidas de seguridad en Serbia fueron aumentadas después de los atentados del 11-M en Madrid y sobre todo tras la ola de violencia el mismo marzo del año pasado en Kosovo. "Desde entonces la Policía elevó el nivel de prevención y precaución", dijo el ministro y agregó que como consecuencia se efectúan los controles que han permitido el arresto de Bouchar.
Según la Justicia española, el marroquí es la persona que el 3 de abril de 2004 detectó a los policías que rodeaban la vivienda de la localidad madrileña de Leganés en la que se ocultaban varios de los supuestos autores de los atentados del 11 de marzo. Estos, tras ser avisados por Bouchar de la presencia policial, que éste detectó cuando bajó a tirar la basura, se suicidaron activando los explosivos que guardaban en el piso, acabando también con la vida de uno de los policías que cercaban la vivienda.