(Libertad Digital) La Policía serbia detuvo el pasado 23 de julio al terrorista Abdelmajid Bouchar en la localidad serbia de Subotica, en la frontera con Hungría, cuando éste se encontraba en un tren que tenía como destino Belgrado. El terrorista fue enviado a la prisión de Padinska Skela y fue tratado como un inmigrante ilegal durante más de 45 días. Bouchar es uno de los autores de la masacre del 11-M, y el único que consiguió escapar del piso de Leganés.
Fuentes policiales que investigaban el caso no apuntaron en un principio la posibilidad de que Bouchar fuera un terrorista internacional, y han señalado que la intención de la Policía serbia era extraditarle una vez pasaran 20 días, aplicando la Ley de Extranjería del país, aunque no tenían claro donde tenían que deportarlo.
Bouchar, según informa El Mundo, declaró inicialmente ser el ciudadano iraquí Midhat Salah, momento en el que la Interpol de Belgrado se puso en contacto con las autoridades iraquíes, quienes señalaron que la documentación facilitada por el terrorista era falsa.
La Policía serbia mandó las huellas dactilares del detenido a las autoridades de la Interpol, y poco después su oficina en España confirmó la identidad del sospechoso, de nacionalidad siria, así como su relación con los atentados de la masacre de Madrid perpetrada el 11 de marzo. Bouchar, al ser detenido, no admitió su implicación en los atentados, alegando que en ese momento se encontraba encarcelado en una prisión de Hungría.
Bouchar ha permanecido escondido en Bulgaria hasta el pasado 2 de julio, fecha en la que, según informa El País, entró de manera clandestina a Serbia para dirigirse hacia Hungría, y desde allí a Turquía y Oriente Próximo. Las nuevas investigaciones policiales apuntan de nuevo, y por tercera vez, hacia la posible "conexión búlgara" de los atentados del 11-M. Ahora los expertos tratan de averiguar con quién se reunió Bouchar en Bulgaria.