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Detenidos tres altos cargos de la seguridad libanesa por el asesinato del ex primer ministro Hariri

La Policía del Líbano ha detenido a tres de los máximos responsables del Departamento de Seguridad Nacional por su presunta vinculación con el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, muerto en un atentado terrorista el pasado catorce de febrero en Beirut. Los agentes también buscan al ex diputado pro sirio Nasir Kandil. Los cuatro sospechosos han sido señalados por la oposición libanesa como los posibles instigadores del magnicidio.

La Policía del Líbano ha detenido a tres de los máximos responsables del Departamento de Seguridad Nacional por su presunta vinculación con el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, muerto en un atentado terrorista el pasado catorce de febrero en Beirut. Los agentes también buscan al ex diputado pro sirio Nasir Kandil. Los cuatro sospechosos han sido señalados por la oposición libanesa como los posibles instigadores del magnicidio.
LD (EFE) El ex diputado libanés pro sirio Nasir Kandil se encuentra en paradero desconocido después de que varios agentes de la Policía del Líbano entraran en su casa de Beirut para detenerle por su posible relación con el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri. En un principio se informó de la detención de Kandil, quien sin embargo se hallaba en paradero desconocido.
 
La operación comenzaba con la detención de tres ex máximos responsables del Departamento de Seguridad Nacional que están siendo interrogados por la Comisión Internacional que investiga el asesinato de Hariri.
 
Según fuentes policiales, los arrestados son el ex director general de la Seguridad Nacional, Yamil al-Sayed, el antiguo jefe de la Policía, Ali al-Hach y el ex director de los servicios secretos del Ejército, Raymond Azar. Además, medios de comunicación locales han indicado que se ha ordenado la comparecencia ante la Comisión Internacional del jefe de la Guardia presidencial, Mustafa Hamdan, el único de los ex responsables de seguridad pro sirio que no ha dimitido.
 
El resto fueron obligados a renunciar a su puesto el pasado abril tras la retirada militar siria del Líbano, país sobre el que Damasco ejercía un poder tácito. Todos ellos habían sido señalados por la oposición libanesa como posibles instigadores del magnicidio, ocurrido el pasado catorce de febrero en Beirut. Los opositores señalaron desde un primer momento a Siria y a los servicios secretos libanesas como responsables del atentado con coche-bomba.
 
Los arrestos tienen lugar escasos días después de que la Comisión Internacional que investiga el asesinato presentara a la ONU su informe preliminar. En el documento se reseñaba la colaboración ofrecida por países vecinos como Jordania, pero se denunciaba la falta de cooperación de Siria, país que ejercía un poder tácito sobre el Líbano en el momento del atentado.
 
Siria mantuvo una presencia militar ininterrumpida en territorio libanés durante cerca de treinta años, que concluyó el pasado abril tras el alzamiento popular que estalló espoleado por el magnicidio de Hariri. Desde que en 1990 concluyera la guerra civil libanesa, Beirut y en especial sus servicios secretos eran considerados los verdaderos rectores del Líbano, en colaboración con los servicios de seguridad de este último país.

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