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Annan asume su responsabilidad por la corrupción en el programa "Petróleo por alimentos" y pide que se reforme la ONU

Un día después de que el informe Volcker pusiera de manifiesto la corrupción en la ONU, el secretario general ha asumido su responsabilidad en las irregularidades cometidas en el programa "Petróleo por alimentos" en Irak. Según Kofi Annan, la verdad es "dolorosa". Además, las irregularidades afectan a su hijo Kojo. "Como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado", ha dicho Annan.

Un día después de que el informe Volcker pusiera de manifiesto la corrupción en la ONU, el secretario general ha asumido su responsabilidad en las irregularidades cometidas en el programa "Petróleo por alimentos" en Irak. Según Kofi Annan, la verdad es "dolorosa". Además, las irregularidades afectan a su hijo Kojo. "Como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado", ha dicho Annan.
L D (EFE) El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se responsabilizó este miércoles de las irregularidades en la gestión del programa humanitario para Irak e instó a los países miembros a reformar el organismo mundial. Annan participó en una reunión del Consejo de Seguridad, en la que Paul Volcker, presidente de la Comisión Independiente que investiga el caso de corrupción del programa "Petróleo por Alimentos", presentó su último informe. "Como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado", dijo Annan.

Annan reconoció que el informe presentado por la comisión es "crítico con su persona", pero que aún así se reafirma en que no existen evidencias de que él hubiera interferido en el proceso de contratación de empresas bajo el programa humanitario para Irak. El secretario general de la ONU estaba en el punto de mira de la investigación por un posible caso de "conflicto de intereses", debido a que la firma suiza Cotecna, en la que trabaja su hijo, Kojo, consiguió un contrato para suministrar servicios de inspección en el marco del programa "Petróleo por alimentos".

"A principios de año, el Comité concluyó que no tuve ninguna influencia o intenté influir en el proceso de contratación. Estoy satisfecho de que en este informe se haya reafirmado esta conclusión", declaró Annan. Sin embargo, se mostró "profundamente decepcionado" porque el informe culpe a un grupo pequeño de empleados de la ONU de haber cometido fraude en la gestión del programa, en referencia a las comisiones ilegales que cobraron algunos de ellos a cambio de conceder contratos multimillonarios a las empresas.

Aun así, Annan subrayó que "la mayor corrupción dentro del programa se produjo entre las compañías privadas, manipuladas por el gobierno" del dictador iraquí derrocado Sadam Husein. Esto demuestra, a su juicio, que parte de la responsabilidad por la mala gestión del programa la tiene el Consejo de Seguridad, cuyo Comité 611 se encargó de supervisar la contratación de compañías bajo el régimen de sanciones impuestas a Irak tras invadir Kuwait. "El informe revela que los problemas provienen de una demarcación poco clara de los papeles y responsabilidades del Consejo de Seguridad, el Comité 611 y el Secretariado", puntualizó.

Por ello, insistió en la necesidad de "aprender lecciones" del informe y tomar en serio las recomendaciones de Volcker, sobre todo en lo que se refiere a la necesidad de crear mecanismos eficaces para supervisar la gestión administrativa y actuar cuando se detecten irregularidades. "Los hallazgos del informe subrayan la importancia vital de llevar a cabo las reformas de gestión que se han propuesto, la mayoría de las cuales están siendo discutidas por los Estados miembros en la Asamblea General, para que puedan ser adoptadas en la cumbre mundial de la próxima semana", resaltó.

Entre las reformas, destacó la necesidad de crear una estructura de supervisión que sea independiente del Secretariado y de cualquier interferencia política de los Estados miembros. También recomendó dar una mayor autoridad y flexibilidad al secretario general para que pueda tomar decisiones a diario sobre la asignación de empleados y recursos, sin que tengan que aprobarlo antes la Asamblea General o el Consejo de Seguridad. "La cumbre de la próxima semana ofrecerá una oportunidad de oro a los líderes mundiales para que validen esta reforma", puntualizó.

Los países están negociando un documento sobre los distintos aspectos de la reforma de la ONU, entre ellos la gestión administrativa, que deberán aprobar los jefes de Estado y de Gobierno que asistirán a la cumbre mundial que empezará el próximo día 14 en Nueva York.
 
 
 

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