L D (Europa Press) La Audiencia Nacional ha resuelto ahora un recurso de 2004 que quita la razón a la etarra, que en la actualidad cumple condena en Valladolid. Su hija ya no vive en prisión sino que reside con sus abuelos.
El caso resuelto ahora se remonta a 2004. Durante su estancia en la cárcel de Granada, la etarra Ainhoa Gutiérrez Santorcuato presentó una queja. Alegó que la estancia en prisión de su hija menor menoscababa su derecho a la formación y desarrollo psíquico y físico recogido en la Convención de los Derechos del Niño. El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciario desestimó la protesta y decidió comunicar el caso a la Consejería andaluza de Asuntos Sociales para que adoptara "las medidas de control, inspección o tuitivas que estime conveniente respecto a la menor".
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, al resolver el recurso presentado por la etarra, confirma la decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria e incluye la necesidad de comunicar el caso a la Junta de Andalucía, al entender que "la situación de vida de la menor obedece a la conducta observada por la propia recurrente, quien de forma perjudicial, como ella misma denuncia, aparece como la única causante de la situación anómala que sufre su hija".