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Mario Pesquera: "Serbia es un equipo terrestre, tiene puntos débiles"

El seleccionador español de baloncesto, Mario Pesquera, regresa a la primera línea de fuego con la confianza de que el equipo nacional brille por su juego en el Europeo 2005 y, para empezar, dé la cara en el debut frente a Serbia y Montenegro, una gran selección y favorita principal para la medalla de oro que, pese a todo, el técnico leonés no considera invencible.

El seleccionador español de baloncesto, Mario Pesquera, regresa a la primera línea de fuego con la confianza de que el equipo nacional brille por su juego en el Europeo 2005 y, para empezar, dé la cara en el debut frente a Serbia y Montenegro, una gran selección y favorita principal para la medalla de oro que, pese a todo, el técnico leonés no considera invencible.
Texto íntegro de la entrevista de la Agencia EFE

Pregunta: ¿Se puede derrotar a los anfitriones del Europeo en su propia casa?

Respuesta: Serbia tiene puntos débiles. Es un equipo lleno de estrellas y no digo que eso sea malo. Sin embargo, balones sólo hay uno. Es el mismo para ellos que para nosotros. A veces, no da para tanto porque, si no, siempre ganarían los que tienen mejores jugadores y, sin embargo, en muchos campeonatos no gana el que mejores jugadores tiene, sino el que mejor equipo tiene. Tienen debilidades. Son terrestres.

P.- ¿Cómo son las horas previas al estreno?, ¿qué pasa por la cabeza?

R.- La sensación antes de que empiece un campeonato es extraña. Tengo ganas de que empiece todo y, al tiempo, preocupación porque hasta la hora de la verdad nunca sabes lo que te vas a encontrar, aunque todos sabemos lo que hay. Vamos a debutar contra un gran equipo, que va a jugar arropado, en casa y ante su afición.

P.- ¿Y cómo se encuentra el equipo?

R.- El campeonato es difícil, pero las sensaciones respecto a mi equipo son buenas pese a la derrota en el último amistoso contra Grecia. No nos vemos lejos de nadie. Grecia acaba de ganar a Serbia por diecinueve puntos. Estamos cerca de todos, pero somos conscientes de lo desconocido.

P.- Aquí la afición es muy ardiente. ¿Puede influir?

R.- El público de Novi Sad es muy caliente. Siempre ha sido así, incluso en torneos amistosos. En otras sedes no se va a vivir lo que se va a vivir en Novi Sad. Hay que estar muy concentrados y estar metidos en el partido. Prever y prevenir que puede ocurrir algo inesperado y que los jugadores sean conscientes de lo que se van a encontrar.

P.- ¿Estamos preparados para aguantar esa presión?

R.- Son jóvenes, pero son veteranos. Han estado en muchas guerras y no se puede esperar que cuando allá un manotazo sea siempre falta. A lo mejor no es falta, hay un contraataque y hay que correr para atrás. Son pequeños detalles, pero muy importantes. Si estamos calientes desde que salimos del vestuario y hacemos nuestra danza, como los neozelandeses, lo que esté en nuestras manos estará y, lo que no, no lo podemos resolver.

P.- ¿A qué se refiere?

R.- Hay cosas que se pueden resolver y otras que no es tan fácil resolver a través del trabajo. Hay cosas en las que hay más debilidad, algunas pueden esconderse y otras no. El equipo es el equipo y los centímetros son los centímetros. El equipo está preparado para cubrir todas esas cosas con lo que hacemos. Tenemos puntos fuertes y puntos débiles, como todos los equipos. Las propias debilidades pueden acabar siendo fortalezas.

P.- ¿El rebote es una de esas debilidades en España?

R.- En baloncesto la altura es importante. No somos un equipo alto, pero intentaremos aprovechar eso para que ellos tengan dificultades a la hora de defender a hombres más bajos en distintas posiciones. Hasta que se juegue el partido no vamos a saber quien gana esa pelea.

P.- ¿Asusta enfrentarse a un equipo como Serbia y Montenegro en su propia pista y en un Europeo?

R.- No tenemos miedo. Tenemos que saber que nos vamos a enfrentar a un gran equipo, con un gran entrenador, que juega en su casa. Eso sí, nosotros también tenemos un buen equipo, con muy buenos jugadores y un entrenador mediocre.

P.- ¿Cambian las cosas sin Gasol?

R.- Yo quisiera tener a Pau Gasol porque es un sensacional jugador, pero no le tenemos, así que no quiero perder el tiempo pensándolo. En primer lugar, por respeto a los que están, porque se lo merecen y porque han trabajado de una forma excelente. Además, siempre he pensado que nuestro juego es colectivo. Con lo que tenemos vamos a salir adelante seguro.

P.- ¿Hay sitio para que dos equipos como España y Serbia puedan sorprenderse?

R.- Ya sabemos como juegan los serbios, pero tampoco me fío de lo que veo. Conozco a Zeljko -Obradovic- y sé que hay cosas que se pueden esconder. Hay cosas que al final cambian. Cada partido es distinto, cada entrenamiento es distinto. Me gustaría ver a la Serbia que perdió por diecinueve con Grecia o a la que pasó apuros para ganar a Eslovenia. Sé que no va a ser así.

P.- ¿Es peor equipo España que la selección de Obradovic?

R.- España no se intimida. Hay jugadores muy jóvenes, pero muy expertos, y que tienen tanta hambre de ganar como ellos. Me da lo mismo que nos defiendan individual, en zona, el equipo tiene suficiente calidad para responder a todo eso. Este equipo es competitivo y compite contra cualquier en cualquier circunstancia.

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