LD (EFE) Autoridades de Basora han denunciado que decenas de soldados del Reino Unido, apoyados por tanques, asaltaron una comisaría para liberar a dos de sus compañeros detenidos por agentes de los servicios secretos de la Guardia Nacional iraquí por portar armas y explosivos. Los británicos, según sus mandos, se encontraban vestidos de civil realizando una "misión de reconocimiento".
La situación se tornó violenta después de que las tropas británicas empezaron a cercar la sede policial, que a su vez sirve de base de los servicios secretos iraquíes, con coches blindados. Los mandos exigieron la liberación de los dos británicos a lo que se negaron los jefes de la institución militar iraquí. El escenario se tornó violento cuando las fuerzas del Reino Unido dispersaron a centenares de personas que se congregaron en el lugar. Fuentes iraquíes afirman que en la refriega se han registrado víctimas y que al menos dos coches militares británicos fueron incendiados por la muchedumbre.
La versión británica
Un portavoz del Ministerio de Defensa desde Londres explicó que "dos soldados fueron detenidos y llevados a una comisaría iraquí. Después empezamos a negociar con las autoridades iraquíes para su liberación. Por lo que entendemos, las autoridades ordenaron su liberación. Desafortunadamente, no fueron liberados y empezamos a preocuparnos por su seguridad y como resultado un vehículo de infantería Warrier derrumbó una pared en un lugar (de la cárcel)".
Explicó que "nuestros hombres entraron y buscaron de arriba a abajo con el fin de recuperar a nuestros dos soldados que habían sido detenidos. No estaban allí, pero recibimos información secreta que apuntaban sobre su paradero. Entonces lanzamos otras operaciones para recuperarlos de una casa en Basora".