L D (EFE) Está previsto que el miércoles y jueves de la próxima semana (días 28 y 29), los cinco grupos parlamentarios -CiU, PSC, ERC, PPC e ICV-EUiA- intervengan para posicionarse en torno al proyecto de reforma y para defender sus enmiendas, mientras que el viernes (día 30) se someterá a votación el conjunto del texto, que para poder ser aprobado necesita el apoyo de, al menos, dos tercios de los diputados catalanes.
A sólo diez días para que se vote el Estatuto, las fuerzas del tripartito catalán y CiU mantienen importantes discrepancias en torno a asuntos clave del texto, como el sistema de financiación o la invocación a los derechos históricos, mientras que el PPC ya se ha desmarcado del proceso y ha anunciado que no apoyará la reforma.
En los días previos a la celebración del pleno no se reunirá la Comisión Primera del Parlamento para analizar el texto estatutario, pero sí una ponencia que se encargará de ordenar el debate final del Estatuto en sesión plenaria, según explicó en rueda de prensa el presidente de la Cámara catalana, Ernest Benach.
El pleno de tres días, cuyo único punto en el orden del día será el debate del Estatuto, arrancará con la intervención de los cinco grupos parlamentarios, que dispondrán de 15 minutos para posicionarse respecto al texto. A continuación, se discutirá la enmienda a la totalidad planteada por el PPC, que tendrá otros 15 minutos para defenderla, antes de que el resto de grupos repliquen y, finalmente, voten dicha enmienda.
Seguidamente, se iniciará el debate de las enmiendas parciales de cada grupo al texto estatutario, que se discutirán título por título. Finalmente, el viernes día 30 se producirá la votación definitiva del Estatuto y se procederá a la ronda de discursos finales de los líderes de cada grupo, que dispondrán de media hora cada uno, si bien Benach prometió flexibilidad en el límite de tiempo, dada la "trascendencia histórica del momento".
Para que el proyecto de nuevo Estatuto prospere será necesario que al menos 90 de los 135 diputados lo apoyen, cifra que de entrada hace imprescindible el voto de los 46 parlamentarios de CiU, aunque el rechazo anunciado por parte de los 15 diputados del PPC obliga a contar también inevitablemente con el PSC y con otra fuerza.