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Koizumi promete privatizar el servicio de correos y dejar el poder en septiembre de 2006

El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, ha reiterado que una vez cumplido su segundo mandato en septiembre del año próximo, dejará su cargo a pesar de la arrolladora victoria en las elecciones generales del domingo pasado. El mandatario también se comprometió a que en el transcurso del presente mes tramitará las leyes necesarias para la privatización del servicio de correos.

El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, ha reiterado que una vez cumplido su segundo mandato en septiembre del año próximo, dejará su cargo a pesar de la arrolladora victoria en las elecciones generales del domingo pasado. El mandatario también se comprometió a que en el transcurso del presente mes tramitará las leyes necesarias para la privatización del servicio de correos.
LD (EFE) En su primera rueda de prensa tras la arrolladora victoria lograda por su partido en las elecciones generales de este domingo, el primer ministro japonés Junichiro Koizumi, se comprometió a no permanecer en el poder más allá de septiembre de 2006 y anunció que presentará este mes las leyes para la privatización del Servicio de Correos.
 
La reorganización del Gabinete de ministros tendrá lugar después de que se aprueben las leyes para la privatización de los Correos, que se presentarán al Parlamento a partir del 21 de septiembre, dijo el mandatario. Pero, el anuncio de la retirada de Koizumi fue recibido con escepticismo en los medios locales tras confirmarse en los comicios del domingo el enorme carisma del primer ministro, de 63 años.
 
Algunos políticos del PLD ya han declarado que retener a Koizumi será una tarea apremiante después de las elecciones y Takenori Kanzaki, el líder del Partido Nuevo Komeito, su socio de coalición, ha manifestado que le pedirá que continúe otro año más.
 
Junichiro Koizumi disolvió la Cámara Baja el pasado ocho de agosto al ser rechazada en el Senado su propuesta de ley para privatizar los correos y convocó elecciones generales que equiparó a un referendo sobre la reforma postal. Los comicios asestaron un golpe decisivo al primer partido de la oposición, el Democrático (PD), cuyo líder Katsuya Okada, renunció tras conocer los resultados que apuntaban a su derrota.

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