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FRANCISCO DAVÓ DICE QUE HAN "TERGIVERSADO" SUS PALABRAS

El abogado de Maeso fuera de micrófono: "Está muy jodido... Es muy duro tener que hacerse la víctima"

Los micrófonos abiertos que tantas veces han jugado una mala pasada a los políticos actuaron este miércoles en el juicio de Maeso. La estrategia del abogado era hacer aparecer al anestesista como una víctima. Al acabar el juicio, pensando que ya no le escuchaba nadie, el letrado le dijo a un colaborador. "Está muy jodido... Es muy duro tener ahora que hacerse la victima". El abogado dice que se han "tergiversado" sus palabras".

Los micrófonos abiertos que tantas veces han jugado una mala pasada a los políticos actuaron este miércoles en el juicio de Maeso. La estrategia del abogado era hacer aparecer al anestesista como una víctima. Al acabar el juicio, pensando que ya no le escuchaba nadie, el letrado le dijo a un colaborador. "Está muy jodido... Es muy duro tener ahora que hacerse la victima". El abogado dice que se han "tergiversado" sus palabras".
L D (EFE) El abogado Francisco Davó, que defiende al anestesista Juan Maeso, criticó que se hayan utilizado y "tergiversado" unas palabras pronunciadas por él fuera de micrófono en la sesión de este miércoles, aunque recogidas en el sistema de megafonía de la sala, cuando dialogaba con uno de sus compañeros. En un comunicado, Davó se refirió así a la frase que se ha podido escuchar esta mañana en un momento de la vista, que según el letrado es: "está muy jodido, es muy duro tener que hacerse la víctima".

Estas expresiones "realizadas inadvertidamente con el micrófono abierto" han sido "utilizadas" de forma "espuria" por algunos medios de comunicación, según el abogado, "con el único objeto de intentar desprestigiar al propio doctor Maeso y a su letrado". "Considero deleznable y patético" que parte de la información relativa al juicio se haya referido hoy a "lo que no constituye ni siquiera una anécdota", concluye el comunicado.

Según explicó el abogado a los periodistas tras la sesión de hoy, fue la respuesta "coloquial" a un comentario de su compañero referido a "una persona que no está infectada de la hepatitis C" y que "está haciéndose la víctima en todos los medios de comunicación", donde "continuamente habla de lo que no sabe". "Es muy jodido hacerse la víctima sin serlo", añadió Davó en alusión a la citada persona, para reiterar ante los periodistas que "el doctor Maeso no ha hecho victimismo alguno".
 
Maeso no reconoce su firma
 
Juan Maeso negó haber anestesiado a treinta de las supuestas víctimas al no reconocer ni su firma ni su letra en los expedientes de las intervenciones quirúrgicas a las que fueron sometidas. En la séptima sesión del juicio por el contagio masivo, el médico reiteró que no es drogadicto y que nunca se pinchó con las agujas que utilizaba para administrar anestesia a los pacientes.
 
En la sesión de este miércoles, el letrado de la defensa, Francisco Davó, pidió al acusado que examinara treinta expedientes correspondientes a sendos afectados incluidos en la causa y que, supuestamente, contrajeron el virus tras ser anestesiados por Maeso.
 
En algunos de ellos, el acusado localizó su nombre como autor de la prescripción de determinados medicamentos, pero en ninguno reconoció su firma o su letra como responsable de la anestesia al paciente. Por este motivo, Maeso negó haber administrado "ni anestesia ni medicamentos" a estos pacientes y rechazó haber tenido con ellos "una relación que suponga una ruptura cutánea y por lo tanto un posible contacto de sangre".

Davó destacó una de estas piezas, en los que una doctora asegura que Maeso le administró un anestésico denominado Dolantina, si bien el parte médico refleja que únicamente recibió un antibiótico, y que éste no le fue prescrito por el anestesista acusado.

A preguntas de su abogado, Maeso reiteró que no es drogadicto y aseguró que "jamás" ha consumido sustancias estupefacientes, por lo que "nunca" se ha pinchado anestésico con la misma aguja con la que posteriormente sedaba al paciente. Las acusaciones afirman que el procesado se administraba parte de las ampollas de Dolantina o Fentanés, sustancias utilizadas como anestésicos, para sostener un fuerte ritmo de trabajo, lo que finalmente le generó una dependencia a los opiáceos.

Al respecto, Maeso negó que estos medicamentos tengan un efecto "euforizante" y aseguró que "nunca" se los pondría para mantenerse despierto ni "para aguantar una dura jornada". Según explicó, un paciente al que se le administra Dolantina se queda "como borracho, diciendo palabras incoherentes" y provoca que "prácticamente se duerma", ya que es un "hipnótico", mientras que el Fentanés es un "potente analgésico" que reduce "el umbral de dolor" y tiene efectos "relajantes".

Maeso considera que "no tiene ninguna explicación" que se le atribuya una supuesta adicción a la Dolantina y aseguró que "nunca" le ha dicho "a nadie" que se drogaba, porque es "enemigo de las drogas". Preguntado sobre si el rumor de su drogadicción podría proceder de las dos enfermeras del Hospital de la Fe que declararon en su contra durante la fase de instrucción, el inculpado admitió que no puede asegurarlo.

Asimismo, Maeso ha desmentido que durante sus años de ejercicio profesional mantuviera "una carga extraordinaria" de trabajo, ya que los turnos de guardia que realizaba era similar al "resto de médicos de España". Maeso reiteró que nunca ha necesitado una sustancia "que no fuera café" para aguantar el ritmo laboral, y negó que alguna vez haya tenido intención de abandonar la práctica de la medicina; "sólo ahora", apuntó.

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