L D (Agencias) El Gobierno no ha querido informar de ese encuentro "discreto" entre Zapatero y Artur Mas. La vicepresidenta se ha amparado en el "respeto y la prudencia ante el debate del Estatuto catalán porque ahora pertenece al Parlamento de Cataluña".
Según De la Vega, "en esta fase de gestación de la reforma estatutaria el presidente ha mantenido contactos telefónicos y personales con diversos dirigentes políticos; entra dentro de lo que es el funcionamiento normal de las instituciones democráticas". Para justificar el silencio gubernamental ante estos encuentros, ha apuntado que "los interlocutores han querido que fueran discretos, no tengo más que añadir".
Ambición y consenso
Quien ha aportado algún detalle más sobre la reunión entre el presidente del Gobierno y Artur Mas ha sido la vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre. La socialista ha explicado que Zapatero pidió "consenso y constitucionalidad" al líder de CiU para poder aprobar el Estatuto. Según la versión de los socialistas catalanes, Artur Mas le expuso "su ambición nacionalista".
En una entrevista en TV3, la vicepresidenta de los socialistas catalanes indicó que "no nos parece mal que cualquier líder político quiera tener una conversación con el presidente del Gobierno teniendo en cuenta que lo que perseguimos es la ley más importante para Cataluña y que es una ley española".
Preguntada sobre el contenido de la reunión, De Madre dijo que "creo que Mas debía exponer cuál era su ambición como nacionalista catalán" y "supongo que Zapatero le debía decir que él pedía lo que ya había pedido, consenso y constitucionalidad". Según la vicepresidenta del PSC, "podría ser que (el encuentro) fuera relativamente bien" porque el presidente de la Generalidad y el líder de CiU "han continuado hablando". A su juicio, "estos encuentros a este nivel pueden suavizar y relajar".
En su opinión, las últimas conversaciones entre Maragall y Mas tienen "posibilidades de avanzar, con dificultades" y si tuviera que valorar en qué estado están las negociaciones para aprobar el Estatuto el próximo viernes en el Parlamento catalán, la puntuación sería de un "7,5" sobre 10, "pero todavía falta".