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El ministro de Economía portugués discrepa con su Servicio de Competencia sobre la OPA

El ministro de Economía de Portugal, Manuel Pinho, ha dicho que su Gobierno considera que han de ser las autoridades de Competencia de España, y no las europeas, las que analicen la oferta pública de adquisición (OPA) de Gas Natural sobre Endesa. El Gobierno portugués se desmarca así de un informe de la Autoridad de la Competencia portuguesa que sugiere que ha de ser Bruselas la que resuelva.

El ministro de Economía de Portugal, Manuel Pinho, ha dicho que su Gobierno considera que han de ser las autoridades de Competencia de España, y no las europeas, las que analicen la oferta pública de adquisición (OPA) de Gas Natural sobre Endesa. El Gobierno portugués se desmarca así de un informe de la Autoridad de la Competencia portuguesa que sugiere que ha de ser Bruselas la que resuelva.
LD (EFE) Según fuentes sectoriales y del Ejecutivo, la iniciativa del organismo luso presidido por Abel Mateus, ex colaborador del ahora presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, puede comprometer los planes de reorganización del sector de la energía del Gobierno socialista de José Sócrates. Estas fuentes reconocieron que el recurso de Mateus, cuya formulación coincide sustancialmente con las tesis de Endesa, no fue concertado previamente con el Gobierno de Sócrates, sobre todo con el ministro de Economía, Manuel Pinho, de quien depende el sector energético.

El titular de economía luso –que el pasado miércoles se reunió en Lisboa con el ministro de Industria, Turismo y Comercio español, José Montilla– dijo que el documento del tribunal de competencia portugués, que fue redactado en apenas 24 horas, se elaboró "sin informar al gobierno hasta mucho tiempo después". Además, el recurso de la entidad encabezada por Abel Mateus compromete la estrategia de entendimiento con España en esta y otras materias propugnada por Pinho.

En la reunión con Montilla, ambos ministros admitieron que el resultado de la OPA influirá en el sector energético peninsular, y en especial en el Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL), cuya plena entrada en funcionamiento viene retrasándose desde 2004. De hecho, el Gobierno luso trata de alcanzar un entendimiento con el español que revitalice el MIBEL, fruto de un acuerdo logrado en 2002 por los Gobiernos conservadores de ambos países, y falto para los expertos de concreciones y sobre todo de una efectiva liberalización por parte lusa.

Para la próxima semana se había sugerido que el Gobierno luso podía formalizar la presentación de su diseño para el mercado energético, aunque ahora algunos analistas abrigan dudas de que ello resulte posible

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