L D (EFE) Se ha vivido un partido maratoniano y competido (54 juegos), intenso pero sin gran juego, salvo en contadas ocasiones, y con continuas alternativas. Y, sobre todo, emocionante. Al final fue Italia quien se llevó el "gato al agua" y se ha puesto por delante en la eliminatoria, a un punto de lo que se consideraba un "milagro". El inicio del partido resultó alentador para el doble español, que saltó muy motivado, contó con un buen servicio de Feliciano López y un Nadal atinado y resolutivo. Así, tras salvar un 0-40 sobre saque del mallorquín en el segundo juego, España supo romper en el quinto juego el saque de Bracciali, jugador muy rápido en los cruces y en golpeó sobre la red.
La ventaja ya no la perderían el dúo español, que supo incluso mantener su saque con cierta comodidad y alzarse con el primer set, por 6-4, en apenas 52 minutos de juego. La segunda manga también resultó equilibrada, pero era España quien más cerca estaba de romper el saque rival. Tuvo las grandes ocasiones en el quinto juego (servicio de Galimberti) y en el séptimo (Bracciali). Pero no se supo rematar la faena y lo pagarían caro en el décimo juego, cuando Italia, en la tercera bola de rotura que tuvo, se hizo con el saque de Feliciano López.
Italia igualaba la contienda, también con 6-4 (en 59 minutos). Pero, sobre todo, crecía en ilusiones, en apoyo de público, y, como luego se comprobó, en una tranquilidad que le hizo subir su nivel de juego. Por ello, el cuarto set fue casi un paseo para el dúo italiano, que además se encontró con uno español en nada atinado en el resto y con Nadal bajando notablemente su nivel. Buena prueba de ello es que Italia se situó con un 3-0, merced a dos juegos en blanco con el propio servicio y la rotura del saque del mallorquín.
Pese a acortar a 3-1 las cosas no mejoraron. Se cerró el set con una nueva rotura (saque Feliciano), que dio un 6-2 en apenas 37 minutos; y, lo más concluyente, con una pareja española que sólo consiguió cuatro puntos en los cuatro juegos en que Italia sirvió. La cuarta manga vio una mejoría de Nadal-Feliciano López, con mayor firmeza en el saque y más atención en el servicio, y ello se tradujo en un equilibrio sobre la pista. Así, con cada uno manteniendo su saque, en el sexto España, con un mallorquín atinado y enrabietado, supo romper el del rival y situarse con 5-4. No lo desaprovechó y, con saque de Nadal, se ganó por 6-4 y se estableció la igualdad en sets ganados. Se iba al definitivo quinto.
Ahí las cosas se iniciaron mal para la pareja española, que se situó con un adverso 3-0, tras ceder Feliciano López (por tercera vez en el partido) su saque en el segundo. Por fortuna, emergió Nadal, quien se echó el doble a la espalda, asumió toda la responsabilidad y, con ello, se logró la igualada (3-3). Se entró en una fase de gran tensión, donde cada jugador mantuvo su saque. La gran ocasión para España llegó en el undécimo juego, cuando se dispuso de un favorable 15-40 sobre servicio de Bracciali. No se aprovechó y luego se pagaría. Así fue en el decimosexto juego, sobre saque de Nadal, cuando Italia cerró el encuentro a su favor, por 9-7, en la segunda bola que tuvo para ello.
Italia se sitúa a un punto del ascenso, España a dos de la permanencia. Y con ello se esperan dos individuales dominicales de aúpa. Primero iniciarán Nadal y Seppi, en lo que se espera un triunfo del mallorquín, aunque habrá que ver si el largo partido de este sábado le puede hacer alguna mella. Y, si se cumplen los pronósticos, será el quinto encuentro el decisivo.
De momento no se sabe si para este punto la bi-capitania española (Jordi Arrese/Juan Avendaño) seguirán confiando en Ferrero o cederá la responsabilidad al debutante David Ferrer. En Italia estará Bracciali, pues Potito Starace, dicen, sigue con su proceso febril. Lo seguro es que ya se han roto los pronósticos que auguraban un domingo tranquilo para España.
La ventaja ya no la perderían el dúo español, que supo incluso mantener su saque con cierta comodidad y alzarse con el primer set, por 6-4, en apenas 52 minutos de juego. La segunda manga también resultó equilibrada, pero era España quien más cerca estaba de romper el saque rival. Tuvo las grandes ocasiones en el quinto juego (servicio de Galimberti) y en el séptimo (Bracciali). Pero no se supo rematar la faena y lo pagarían caro en el décimo juego, cuando Italia, en la tercera bola de rotura que tuvo, se hizo con el saque de Feliciano López.
Italia igualaba la contienda, también con 6-4 (en 59 minutos). Pero, sobre todo, crecía en ilusiones, en apoyo de público, y, como luego se comprobó, en una tranquilidad que le hizo subir su nivel de juego. Por ello, el cuarto set fue casi un paseo para el dúo italiano, que además se encontró con uno español en nada atinado en el resto y con Nadal bajando notablemente su nivel. Buena prueba de ello es que Italia se situó con un 3-0, merced a dos juegos en blanco con el propio servicio y la rotura del saque del mallorquín.
Pese a acortar a 3-1 las cosas no mejoraron. Se cerró el set con una nueva rotura (saque Feliciano), que dio un 6-2 en apenas 37 minutos; y, lo más concluyente, con una pareja española que sólo consiguió cuatro puntos en los cuatro juegos en que Italia sirvió. La cuarta manga vio una mejoría de Nadal-Feliciano López, con mayor firmeza en el saque y más atención en el servicio, y ello se tradujo en un equilibrio sobre la pista. Así, con cada uno manteniendo su saque, en el sexto España, con un mallorquín atinado y enrabietado, supo romper el del rival y situarse con 5-4. No lo desaprovechó y, con saque de Nadal, se ganó por 6-4 y se estableció la igualdad en sets ganados. Se iba al definitivo quinto.
Ahí las cosas se iniciaron mal para la pareja española, que se situó con un adverso 3-0, tras ceder Feliciano López (por tercera vez en el partido) su saque en el segundo. Por fortuna, emergió Nadal, quien se echó el doble a la espalda, asumió toda la responsabilidad y, con ello, se logró la igualada (3-3). Se entró en una fase de gran tensión, donde cada jugador mantuvo su saque. La gran ocasión para España llegó en el undécimo juego, cuando se dispuso de un favorable 15-40 sobre servicio de Bracciali. No se aprovechó y luego se pagaría. Así fue en el decimosexto juego, sobre saque de Nadal, cuando Italia cerró el encuentro a su favor, por 9-7, en la segunda bola que tuvo para ello.
Italia se sitúa a un punto del ascenso, España a dos de la permanencia. Y con ello se esperan dos individuales dominicales de aúpa. Primero iniciarán Nadal y Seppi, en lo que se espera un triunfo del mallorquín, aunque habrá que ver si el largo partido de este sábado le puede hacer alguna mella. Y, si se cumplen los pronósticos, será el quinto encuentro el decisivo.
De momento no se sabe si para este punto la bi-capitania española (Jordi Arrese/Juan Avendaño) seguirán confiando en Ferrero o cederá la responsabilidad al debutante David Ferrer. En Italia estará Bracciali, pues Potito Starace, dicen, sigue con su proceso febril. Lo seguro es que ya se han roto los pronósticos que auguraban un domingo tranquilo para España.