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ETA envía un mensaje a Zapatero con una gran explosión en Ávila

Con la explosión registrada en la noche de este sábado en un polígono industrial de Ávila, que no ha causado heridos aunque sí cuantiosos daños materiales, ya son veintitrés los atentados de ETA en lo que va de año. Pese a esta cifra, el PSOE y sus medios afines han lanzado el mensaje de que la banda terrorista mantiene una tregua "tácita". El último atentado coincide con una nueva burla de Batasuna-ETA a la Ley de Partidos. Horas antes de que explotara la carga oculta en una Renault Kangoo, los batasunos anunciaban un proceso para "relanzarse como formación política".

Con la explosión registrada en la noche de este sábado en un polígono industrial de Ávila, que no ha causado heridos aunque sí cuantiosos daños materiales, ya son veintitrés los atentados de ETA en lo que va de año. Pese a esta cifra, el PSOE y sus medios afines han lanzado el mensaje de que la banda terrorista mantiene una tregua "tácita". El último atentado coincide con una nueva burla de Batasuna-ETA a la Ley de Partidos. Horas antes de que explotara la carga oculta en una Renault Kangoo, los batasunos anunciaban un proceso para "relanzarse como formación política".
L D (Agencias) ETA ha vuelto a atentar en Ávila, por segunda vez en menos de un año. A las 22:01 horas de este sábado el coche bomba explotaba, sin causar víctimas, en el polígono industrial de Vicolozano, a unos dos kilómetros y medio de la Academia de Policía de Ávila, y tras haberse recibido dos llamadas que anunciaban el atentado.

El explosivo se encontraba en furgoneta Renault Kanggo estacionada frente a la planta de impresión Imcodavila, donde se imprime el Diario de Ávila y Avila 7, y la compañía de transportes DHL, en el polígono de Vicolozano, a unos cinco kilómetros de la ciudad de Ávila.

Los etarras ya colocaron el año pasado otro artefacto explosivo en esa provincia, dentro de la oleada de bombas que la banda colocó en varias ciudades españoles durante el Puente de la Constitución, el 6 de diciembre. ETA hizo estallar ese día ocho artefactos.
 
El de Ávila, de escasa potencia, explotó en una cafetería situada en la calle Reyes Católicos. El local donde fue colocado el artefacto estaba situado en la misma zona en la que se sitúa la "Hospedería de la Sinagoga", uno de los potenciales objetivos de los terroristas del pasado 11-M.
 

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