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¡Alonso, campeón del mundo!

Domingo 25 de septiembre de 2005, día histórico para el deporte español. Fernando Alonso se ha proclamado campeón del mundo de Fórmula Uno -el más joven en conseguirlo con 24 años, un mes y 27 días- al terminar tercero en el Gran Premio de Brasil, disputado en el circuito de Interlagos. El asturiano logra matemáticamente el título a falta de dos carreras (Japón y China). Cinco años después, la escudería McLaren ha logrado el doblete gracias a la victoria del colombiano Juan Pablo Montoya y al segundo puesto del finlandés Kimi Raikkonen.

Domingo 25 de septiembre de 2005, día histórico para el deporte español. Fernando Alonso se ha proclamado campeón del mundo de Fórmula Uno -el más joven en conseguirlo con 24 años, un mes y 27 días- al terminar tercero en el Gran Premio de Brasil, disputado en el circuito de Interlagos. El asturiano logra matemáticamente el título a falta de dos carreras (Japón y China). Cinco años después, la escudería McLaren ha logrado el doblete gracias a la victoria del colombiano Juan Pablo Montoya y al segundo puesto del finlandés Kimi Raikkonen.

(Libertad Digital) El doblete de McLaren en Sao Paulo ha sido del todo inútil en las pocas opciones que le quedaban a Raikkonen para proclamarse campeón del mundo. El finlandés necesitaba sumar al menos seis puntos más que Alonso para arrebatarle al asturiano el título de campeón del mundo, pero Nano, siempre genial y calculador, ha hecho un auténtico carrerón y ha acabado con un tercer puesto que le eleva al Olimpo de los dioses de la Fórmula Uno, la categoría reina del motor.

La victoria ha sido para Montoya, que ha cubierto las 71 vueltas -en sentido inverso al de las agujas del reloj- del circuito de Interlagos, de 4.309 metros y un total de 306 kilómetros, en un tiempo de una hora, 29 minutos, 20 segundos y 574 milésimas. En segunda posición entraba Raikkonen a sólo dos segundos, y tercero era Alonso a 24.8 del colombiano. Los siguientes puestos, los que se han repartido los puntos, han quedado de la siguiente forma: Michael Schumacher (Ferrari), cuarto; Giancarlo Fisichella (Renault), quinto; Rubens Barrichello (Ferrari), sexto; Jenson Button (BAR-Honda), octavo; y Ralf Schumacher (Toyota), octavo. El puño en alto, su gesto habitual en las victorias o en sus podios conseguidos, se ha repetido en esta ocasión en el Gran Premio de Brasil. Alonso no falló, su R25 tampoco y su tercer puesto, el que le hacía falta, le daba el título ante la algarabía de todos los miembros de su escudería, de Asturias y de toda España.

El piloto asturiano estuvo seguro. Amagó con escaparse en la salida, pero la salida del safety car le obligó a ceder ante Montoya. Kimi Raikkonen no pudo hacer nada, intentó hacer su carrera, como en los últimos Grandes Premios, pero su rival acudió puntual a su cita con la gloria. Fernando Alonso cierra una magistral tercera temporada con seis triunfos (Malasia, Bahrein, San Marino -estas tres consecutivas-, Europa, Francia y Alemania). Aguantó el tirón final de Iceman y, salvo el abandono en Hungría, el segundo de la temporada sin contar la no participación en Indianápolis, tres segundos puestos seguidos y el tercero de este domingo han demostrado que sin el coche más rápido, pero el más fiable, se puede ser campeón. Un total de 117 puntos por 94 de Raikkonen, mientras que los demás se quedaron muy lejos.
 
Ahora, se presenta el futuro para el piloto asturiano, que hizo bueno su recién estrenado Premio Príncipe de Asturias, que en el 2006 deberá hacer bueno el trabajo de este año y será, por primera vez, el rival a batir por todos. Ya en la salida, Alonso demostró su ambición. Aprovechó su privilegiada posición para salir lanzado y colocarse en la primera plaza, mientras que Raikkonen pugnaba con ferocidad con Fisichella por situarse tercero. Sin embargo, esto apenas tuvo incidencia ya que el safety car, tras un choque de David Coulthard, entraba en pista en la primera vuelta y reagrupaba a todos los monoplazas. Una vez fuera el coche de seguridad, el hambre de victoria de Juan Pablo Montoya le dio el primer puesto aunque con cierta permisividad del asturiano, sabedor de que no debía cometer errores ni meterse en problemas en los adelantamientos.
 
A partir de ahí, todo era mantener la vigilancia sobre su gran rival y, como en los anteriores Grandes Premios, confiar en la fiabilidad del R25 y en su pilotaje para subir al podio, siempre cuando no hubiese fallos en los repostajes. De todos modos, para ello, Alonso rodó muy rápido al principio marcando distancias con Raikkonen. Fue el primero en entrar (vuelta 22) y cuando regresó al trazado era sexto, sólo por momentos porque pronto se puso quinto y cerca de Jenson Button (BAR-Honda) y Michael Schumacher (Ferrari).
 
En el baile de entrada a boxes, todo volvió a su orden más normal. Montoya lideraba la carrera, el finlandés era segundo y el ovetense aseguraba sin demasiados problemas su tercera plaza, la que le metía en la historia de la Fórmula Uno.
El resto de la carrera fue una lucha por el triunfo entre el colombiano y Iceman, que firmaron el primer doblete de McLaren en cinco años, porque el Kaiser Michael Schumacher estaba muy lejos, lo justo para ver como un piloto español entraba en la historia y rompía su reinado de cinco años consecutivos. Ha nacido una gran estrella como Fernando Alonso.
 

¡Enhorabuena, campeón!

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