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El tripartito consigue aprobar un Título de "derechos y deberes" que rebasan la Constitución

El nuevo Estatuto que debate el Parlamento catalán fija unos “derechos y deberes” para sus ciudadanos más allá de los que recoge la Constitución. Además de considerar a Cataluña una “nación”, impone la escuela laica, legisla sobre la eutanasia y obliga a conocer el catalán. Si la denominación de “nación” fue aprobada por todos menos el PP, la votación del Primer Título escenificó la primera gran ruptura entre el tripartito y CiU que votó en contra. José Bono se ha encomendado a la Virgen de su pueblo para que lo que llegue a Madrid no sea inconstitucional.

El nuevo Estatuto que debate el Parlamento catalán fija unos “derechos y deberes” para sus ciudadanos más allá de los que recoge la Constitución. Además de considerar a Cataluña una “nación”, impone la escuela laica, legisla sobre la eutanasia y obliga a conocer el catalán. Si la denominación de “nación” fue aprobada por todos menos el PP, la votación del Primer Título escenificó la primera gran ruptura entre el tripartito y CiU que votó en contra. José Bono se ha encomendado a la Virgen de su pueblo para que lo que llegue a Madrid no sea inconstitucional.
L D (Europa Press) Este exhaustivo capítulo, que incluye muchos derechos de nueva generación como los medioambientales y tecnológicos, ha sido el apartado del que hizo bandera ICV-EUiA, que junto a sus socios del tripartito, logró finalmente un acuerdo con CiU y PP para incluirlo dentro del Estatuto, con rango de ley orgánica, y no como carta anexa, como pedían los conservadores. Los ciudadanos de Cataluña podrán reclamar el cumplimiento de estos derechos ante la ley, para lo que se abrirá una Sala de Garantías Estatutarias específica dentro del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, según prevé el propio Estatuto. El texto otorga además al Consejo Consultivo la potestad para "tutelar" estos derechos y dictaminar, de forma preceptiva y vinculante, sobre la adecuación a los derechos y principios rectores estatuarios de las leyes que emanen del Parlamento catalán.
 
El apartado sobre Educación fue el que más dificultades presentó en este capítulo y el que llevó finalmente a CiU a votar en contra de todo este título del Estatuto, por su oposición al precepto que establece que "la enseñanza pública es laica" en Cataluña.  Aunque el dictamen del Consejo Consultivo avaló este precepto al considerar que "no impide ni es obstáculo" a la previsión constitucional que impone a los poderes públicos garantizar "por el derecho de los padres" a ofrecer "formación religiosa a sus hijos de acuerdo con sus convicciones", la federación siguió oponiéndose a ello hasta el final de la negociación asegurando que suponía "imponer" con rango Estatutario "el modelo social de unos por encima del de otros".
 
Finalmente, dada la persistencia de ICV-EUiA principalmente y también de ERC en mantener al tripartito firme en este aspecto, no fue posible ninguna transacción con CiU y sus tres enmiendas al apartado de educación fueron rechazadas por los tres grupos del Gobierno, propiciando el voto en contra de la federación a todo el título.
 
También ocasionó polémica, en círculos políticos de Madrid, la inclusión del "derecho y deber de conocer el catalán", que incluye la obligación de "los jueces, magistrados, fiscales, notarios, registradores de la propiedad y mercantil, encargados de registro Civil y personal al servicio de la Administración de Justicia" que ejerzan su cargo en Cataluña a "acreditar" un "nivel de conocimiento adecuado y suficiente de las dos lenguas oficiales", castellano y catalán. Este mandato se extiende también, según el texto aprobado en el Parlamento, al personal "de la administración estatal situada en Cataluña" y a los "órganos constitucionales y jurisdiccionales de ámbito estatal".
 
Derechos de nueva generación
 
EUTANASIA. La propuesta de Estatuto catalán incorpora muchos de los derechos de nueva generación, como los que garantizan la sostenibilidad medioambiental, la protección ciudadana ante todos los tipos de contaminación y el acceso igualitario a las nuevas tecnologías, entre otros. También el derecho a "morir dignamente" y a decidir "de manera anticipada" el tratamiento médico que cada persona quiere recibir cuando "no esté en condiciones de expresar personalmente su voluntad" son reconocidos en el texto.
 
REMUNERACIÓN PARA AMAS DE CASA. Los derechos de las mujeres y la "perspectiva de género" en la actividad de los poderes públicos quedan también fijados en el Estatuto, que obliga a las administraciones catalanas a "garantizar un abordaje integral de todas las formas de violencia contra las mujeres y los actos de carácter sexista y discriminatorio". Además, insta a los poderes públicos a "reconocer el valor económico del trabajo de cuidado y atención en el ámbito doméstico y familiar en la fijación de sus políticas económicas y sociales". Según el nuevo Estatuto, las administraciones deberán también "velar para que la libre decisión de la mujer sea determinante en todos los casos en lo que respecta a las cuestiones que pueden afectar su dignidad, integridad y bienestar físico y mental, en particular por lo que respecta al propio cuerpo y a su salud reproductiva y sexual".
 
MATRIMONIO HOMOSEXUAL. En el ámbito de las familias, además de garantizar la "protección jurídica, económica y social de las diversas modalidades de familia", el Estatuto obliga a los poderes públicos a "promover la igualdad de las diferentes uniones estables de pareja con independencia de la orientación sexual de sus miembros".
 
POLÍTICAS SOCIALES. Además de proteger la "conciliación de la vida laboral y familiar", con una "atención especial a las familias numerosas", la propuesta de reforma Estatutaria obliga a "promover políticas públicas que favorezcan la emancipación de los jóvenes" facilitándoles acceso a trabajo y vivienda, así como políticas específicas para la infancia, las personas mayores y los discapacitados.

RELACIONES LABORALES Y SANIDAD. Los derechos laborales y sindicales de los ciudadanos catalanes también quedan detallados en el proyecto de Estatuto, que prevé la "creación de un espacio catalán de relaciones laborales".  Además del derecho a la "igualdad y gratuidad en los servicios sanitarios" públicos pide asegurar una vida digna a las personas en situación de pobreza. Para garantizar el derecho a "la igualdad" entre todas las personas, el Estatuto fija la obligación de las administraciones de "promover la erradicación del racismo, del antisemitismo, la xenofobia, la homofobia y cualquier otra expresión que atente contra la igualdad y la dignidad de las personas".

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