(Libertad Digital) Parecía que el Real Madrid iba a barrer al Olympiacos. Y es que los blancos salieron en tromba y crearon numerosas ocasiones en los primeros compases del partido hasta que, a los ocho minutos, Raúl mandó de cabeza a la red un centro medido de Beckham. Se convertía así el capitán madridista en el máximo goleador en la Copa de Europa con 50 dianas. La noche prometía. Siguieron los de Vanderlei Luxemburgo asediando la meta de Nikopolidis, que realizó hasta tres soberbias intervenciones para evitar que el Madrid infligiera a su equipo una goleada.
Cierto es que el Olympiacos también tuvo una ocasión de Rivaldo al cuarto de hora de partido, aunque el brasileño sólo dejó resquicios de lo que fue. A su edad -33 primaveras- y con las fuerzas justas, sólo podía dar veneno en su acción favorita, los golpes francos. El toque no se olvida y ahí, al borde del área, aún hace daño. Entretanto, el Madrid hizo una buena media hora. Beckham se encargó de dar vértigo al juego. Pegado a la banda, puso un sinfín de balones al área y por fin el equipo tuvo profundidad. Baptista jugó por detrás de Raúl y Robinho, pero no acaba de explotar. Al diez madridista le falta gol. Amaga y debe soltar antes el balón.
Tras el descanso, al Madrid se le puso cuesta muy arriba lo que parecía un paseo militar. Sólo habían transcurrido dos minutos cuando Kafes, que lleva el dorsal 1 a la espalda, probó fortuna desde fuera del área y la enchufó dentro de la portería de Casillas. El Olympiacos lo celebró por todo lo alto y ahí comenzó el ocaso del Madrid. Después del gran juego realizado en el primer tiempo, el equipo blanco se vino abajo y ya no tuvo profundidad en su juego. Estuvo un cuarto de hora perdido por el campo y sólo Beckham tenía pinta de tomar el mando, aunque sus centros eran muy previsibles y siempre fueron cortados por la defensa helena.
El cuadro de Trond Sollied comenzó entonces a creer en la hazaña. Apoyándose en su poderío físico, los griegos aprovecharon el cansancio del Madrid para empezar a hacer daño en alguna que otra acción aislada y fundamentalmente al contragolpe. Baptista, cuando ya se encaraba la recta final del choque, mandó un balón al larguero y Raúl la echó fuera con todo a favor. Luxemburgo seguía sin mover el banquillo hasta que se dio cuenta de que la hora se le echaba encima y de que necesitaba un revulsivo. Y lo encontró en Roberto Soldado. El canterano, cuando sólo llevaba siete minutos en el campo, conectó un centro de Beckham con la cabeza para batir a Nikopolidis y llevar la tranquilidad a la afición. El final del partido estuvo marcado por la polémica y por la expulsión, con roja directa, de Sergio Ramos por una acción infantil. Pero ya no había tiempo para más y los tres puntos se quedarían en el Bernabeú.Ficha técnica del partido
Olympiacos, 1: Nikopolidis; Mavrogenidis (Kapsis, m.39), Anatolakis, Kostoulas, Georgatos; Kafes, Touré, Stoltidis (Babangida, m.89), Djordjevic, Rivaldo; y Konstantinou (Okkas, m.84)
Goles: 1-0, m.8: Raúl, de cabeza; 1-1, m.47: Kafes; 2-1, m.85: Soldado, de cabeza
Árbitro: Markus Merk (Alemania). Mostró cartulina amarilla a Pablo García (m.70) y Guti (m.71), por parte del Real Madrid, y a Stoltidis (m.52), Rivaldo (m.60), Okkas (m.85) y Kafes (m.89), por el Olympiakos. Expulsó con roja directa a Sergio Ramos (m.90)
Incidencias: Partido de la segunda jornada del grupo F de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 62.473 espectadores. 642.000 euros de recaudación. Mavrogenidis se retiró lesionado