L D (Agencias) El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, ha admitido que la subida de la inflación en septiembre es, "sin duda, una mala noticia" y la atribuyó al encarecimiento del crudo y de los alimentos frescos. El vicepresidente ha reseñado que la inflación subyacente, que excluye la variación de los precios energéticos y de los alimentos no elaborados, "sigue bien", lo que demuestra que el impacto fundamental se concentra en esos componentes, más vulnerables a la coyuntura.
Aún así, Solbes ha afirmado que, hasta ahora, la economía española estaba asumiendo muy bien el incremento del precio del crudo por lo que confía en que la futura estabilización de éste contribuya a moderar el avance del IPC los próximos meses.
El portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Vicente Martínez Pujalte, ha incidido en el efecto que la subida del IPC tiene para las familias, por el encarecimiento de la cesta de la compra, y ha criticado que continúen los aumentos fiscales con el alza de los impuestos especiales. El diputado del PP reseñó que este dato es "muy malo para la economía", pues prácticamente dobla la previsión del Gobierno para todo el año -el objetivo oficial, marcado por el BCE, es del dos por ciento- y sitúa el diferencial con la UE cerca de 1,5 puntos.
Pujalte criticó que, en ese contexto de evolución de precios, el Gobierno haya presentado unos presupuestos expansivos, que no corrigen los desequilibrios sino que los acentúan; así como la aprobación, este mismo jueves en el Congreso, de un Decreto-Ley de medidas para afrontar el déficit sanitario que incluye una subida de los impuestos especiales sobre el alcohol y el tabaco.
El indicador adelantado del IPC, que elabora el INE, proporciona un avance de cómo evolucionaron los precios en España en septiembre, antes de difundir el dato definitivo el próximo 14 de octubre. Este avance es incorporado por Eurostat al cálculo del índice de inflación en la Unión Europea. Su publicación responde a la política de la oficina estadística de la UE y del Banco Central Europeo de ofrecer datos equiparables en tiempo y calidad a los que se publican en Estados Unidos. Se calcula utilizando el mismo método que el empleado para el IPCA, pero la información que proporciona es únicamente orientativa, por lo que no tiene que coincidir necesariamente con el dato que se publique el 14 de octubre.