L D (EFE) Tras la decisión del parlamento, por 43 votos a favor, cinco en contra y otras cinco abstenciones, las opciones del presidente Mazen son tres, la primera de ellas encomendar la formación de un nuevo Gobierno a otra personalidad palestina del movimiento oficialista Al Fatah, dijeron fuentes de la Cámara a los periodistas.
Las otras dos son otorgar al primer ministro Abú Alá la oportunidad de reorganizar o formar un nuevo Gabinete nacional, o introducir cambios en el plantel de ministros y pedir la confianza del Parlamento como si fuese un nuevo Gobierno.
La gota que colmó el vaso fueron los sangrientos tiroteos del domingo en Gaza entre policías de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y terroristas de Hamas, en los que murieron un oficial, el mayor Alí Bikaui, y dos civiles. Otros 50 resultaron heridos.
El Parlamento dio un plazo de catorce días a Mazen para cambiar el Gobierno de Abú Alá al reprobar su gestión para imponer la ley y el orden, y erradicar el caos sembrado desde hace meses por milicias de la resistencia y bandas de delincuentes armados.
Fuentes de Al Fatah, en un pulso cada vez más ostensible con la organización terrorista Hamas, dijeron a los periodistas que Abú Alá "sacrificaría" a su ministro del Interior, el general Naser Yusef, a cargo de los organismos de seguridad, y de ese modo seguiría al frente del Gabinete Nacional que preside Abás. Se ignora aún de que forma puede influir el posible cambio de Gobierno palestino sobre la participación de Hamas, por primera vez, en las elecciones parlamentarias del próximo 25 de enero.
Yusef condenó abiertamente a los terroristas de Hamas, por medio de un comunicado público, afirmando que "quebrantaron la ley" y "desacataron" a las autoridades policiales durante los disturbios del domingo, lo más violentos en la franja de Gaza desde que se retiró de ese territorio el Ejército israelí, hace tres semanas. Hasta la fecha, Mazen, líder de Al Fatah desde el fallecimiento en noviembre pasado del presidente Yaser Arafat, y el general Yusef, fracasaron en sus repetidas exhortaciones y órdenes para que las trece facciones terroristas palestinas depongan las armas.
Los gobiernos de Estados Unidos e Israel presionan al presidente Mazen para que excluya a Hamas de los comicios legislativos de enero si esa organización islámica insiste en seguir con su armamento.
Portavoces de la organización integrista acusaron este lunes a Mazen de estar en connivencia con esos dos países para "eliminar" a Hamas, en tanto que uno de sus dirigentes pronosticaba una guerra civil.
Al fracasar en el desarme de los terroristas, el Ministerio del Interior obligó la semana anterior a los intengrantes de las bandas de delincuentes que siembran el caos y la inseguridad entre la población, a abstenerse de circular con sus armas. Mientras los legisladores palestinos deliberaban en Ramala, un grupo de policías, subordinados del fallecido mayor Bikaui, irrumpieron este lunes por la tarde en dependencias de la sede del Parlamento en Gaza y efectuaron disparos al aire para exigir al Gobierno de Abú Alá que adopte medidas enérgicas contra la milicia islámica.
Los graves incidentes del domingo estallaron cuando agentes de la policía, precisamente, intentaron desarmar a cuatro terroristas de Hamas al detener su coche en una barrera de control en el abigarrado barrio Shej Raduán de la ciudad de Gaza. Los terroristas islámicos desacataron la orden y repelieron la operación policial disparando sus armas y posteriormente emplearon lanza granadas tras extenderse los choques hasta el campo de refugiados de Shati, donde los terroristas incendiaron la comisaría y varios coches patrulla.
Las otras dos son otorgar al primer ministro Abú Alá la oportunidad de reorganizar o formar un nuevo Gabinete nacional, o introducir cambios en el plantel de ministros y pedir la confianza del Parlamento como si fuese un nuevo Gobierno.
La gota que colmó el vaso fueron los sangrientos tiroteos del domingo en Gaza entre policías de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y terroristas de Hamas, en los que murieron un oficial, el mayor Alí Bikaui, y dos civiles. Otros 50 resultaron heridos.
El Parlamento dio un plazo de catorce días a Mazen para cambiar el Gobierno de Abú Alá al reprobar su gestión para imponer la ley y el orden, y erradicar el caos sembrado desde hace meses por milicias de la resistencia y bandas de delincuentes armados.
Fuentes de Al Fatah, en un pulso cada vez más ostensible con la organización terrorista Hamas, dijeron a los periodistas que Abú Alá "sacrificaría" a su ministro del Interior, el general Naser Yusef, a cargo de los organismos de seguridad, y de ese modo seguiría al frente del Gabinete Nacional que preside Abás. Se ignora aún de que forma puede influir el posible cambio de Gobierno palestino sobre la participación de Hamas, por primera vez, en las elecciones parlamentarias del próximo 25 de enero.
Yusef condenó abiertamente a los terroristas de Hamas, por medio de un comunicado público, afirmando que "quebrantaron la ley" y "desacataron" a las autoridades policiales durante los disturbios del domingo, lo más violentos en la franja de Gaza desde que se retiró de ese territorio el Ejército israelí, hace tres semanas. Hasta la fecha, Mazen, líder de Al Fatah desde el fallecimiento en noviembre pasado del presidente Yaser Arafat, y el general Yusef, fracasaron en sus repetidas exhortaciones y órdenes para que las trece facciones terroristas palestinas depongan las armas.
Los gobiernos de Estados Unidos e Israel presionan al presidente Mazen para que excluya a Hamas de los comicios legislativos de enero si esa organización islámica insiste en seguir con su armamento.
Portavoces de la organización integrista acusaron este lunes a Mazen de estar en connivencia con esos dos países para "eliminar" a Hamas, en tanto que uno de sus dirigentes pronosticaba una guerra civil.
Al fracasar en el desarme de los terroristas, el Ministerio del Interior obligó la semana anterior a los intengrantes de las bandas de delincuentes que siembran el caos y la inseguridad entre la población, a abstenerse de circular con sus armas. Mientras los legisladores palestinos deliberaban en Ramala, un grupo de policías, subordinados del fallecido mayor Bikaui, irrumpieron este lunes por la tarde en dependencias de la sede del Parlamento en Gaza y efectuaron disparos al aire para exigir al Gobierno de Abú Alá que adopte medidas enérgicas contra la milicia islámica.
Los graves incidentes del domingo estallaron cuando agentes de la policía, precisamente, intentaron desarmar a cuatro terroristas de Hamas al detener su coche en una barrera de control en el abigarrado barrio Shej Raduán de la ciudad de Gaza. Los terroristas islámicos desacataron la orden y repelieron la operación policial disparando sus armas y posteriormente emplearon lanza granadas tras extenderse los choques hasta el campo de refugiados de Shati, donde los terroristas incendiaron la comisaría y varios coches patrulla.