LD (EFE) En concreto, el resultado de septiembre sólo fue superado en los últimos años por el de mayo de 2001, cuando la tasa interanual fue del 2,7 por ciento. En julio y agosto, la inflación fue del 2 por ciento y del 1,9 por ciento, respectivamente.
El encarecimiento se debió sobre todo al aumento de los precios de la energía, y en concreto de los productos derivados del petróleo. De excluirse el combustible de calefacción y los carburantes, el incremento hubiera sido del 1,6 por ciento.
Los precios de productos derivados del petróleo de uso doméstico se han incrementado un 40 por ciento en los últimos doce meses, mientras que las gasolinas registran niveles inéditos al acumular encarecimientos del 17 por ciento.