L D (EFE) Los dueños, tres hermanos marroquíes que viven en una urbanización de la localidad, habían solicitado al ayuntamiento permiso para acometer obras menores, en concreto, "para rebozar las paredes y cambiar alguna baldosa", según informó el concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del ayuntamiento de Piera, Joan Carbonell. El concejal indicó que el consistorio aún no se lo había concedido porque aún estaba en trámite y el consistorio se encontraba dentro del plazo para ofrecer una respuesta oficial.
La casa derrumbada, situada en el número 3 de la calle Sant Bonifaci, en el casco antiguo de Piera, era una edificación de planta baja y dos pisos construida con adobe en el siglo XVIII y, al parecer, se encontraba en muy mal estado. La edificación había sido adquirida recientemente por tres hermanos marroquíes que residen en una de las numerosas urbanizaciones que salpican el término de Piera, ninguno de los cuales se encontraba en su interior en el momento del derrumbe.
Joan Carbonell ha explicado que sólo dos de los cinco inmigrantes fallecidos en el derrumbe estaban empadronados en Piera –uno de ellos desde hacía dos meses y el otro desde un mes atrás– y que, según han asegurado los propietarios de la casa, las once personas que estaban en su interior en la madrugada del sábado eran amigos o familiares lejanos que celebraban el Ramadán.