L D (Europa Press) Douiri, aseguró que el Gobierno marroquí investigará y "juzgará" los casos de presuntos abusos por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y otros funcionarios en relación con el proceso de repatriación masiva de inmigrantes llevado a cabo en las últimas semanas a raíz de los asaltos a la frontera con Ceuta y Melilla. En una entrevista concedida a Europa Press, el titular de Turismo aseveró que como "Estado de Derecho, con un Constitución y leyes y una justicia", el Gobierno marroquí "hará su trabajo, investigará y sancionará" los posibles abusos que hayan podido cometerse, aunque, destacó, "hay que entender que son situaciones difíciles".
"Si hay casos de corrupción o abusos que sean probados, la gente será presentada ante la justicia y juzgada como sería el caso en España o en otro país", insistió, al ser preguntado sobre las denuncias hechas por algunos de los inmigrantes subsaharianos expulsados por las autoridades marroquíes hacia la frontera con Argelia o hacia los territorios controlados por el Frente Polisario, que aseguran haber sido robados y disparados por las fuerzas de seguridad de Marruecos. En todo caso, el ministro quiso dejar claro que el problema de la inmigración es "un problema complejo, no es blanco o negro, positivo o negativo, malo o bueno". En primer lugar, explicó, "hay que luchar contra una mafia que organiza estos flujos migratorios, una mafia internacional que utiliza varios países y que ofrece un servicio de pago para tener la esperanza de emigrar hacia europa".
El flujo es incesante
En segundo lugar, añadió, "es necesario que todos los países cierren sus fronteras de la misma manera porque si Marruecos cierra él solo su frontera no sirve para nada porque si los países vecinos no lo hacen en el mismo momento y de la misma manera el esfuerzo es inútil". Por ello, defendió la necesidad de una "fuerte coordinación con los países vecinos" para combatir contra la inmigración ilegal. Por otra parte, el ministro consideró que "la repatriación debe continuar porque desgraciadamente el flujo es incesante" y porque, dijo, "es imposible 'almacenar' a los inmigrantes en una especie de campos de concentración". Sin embargo, la primera dificultad con la que se encuentran las autoridades marroquíes, precisó, es "determinar de qué país viene cada inmigrante". Así, hasta ahora se ha procedido a la repatriación de inmigrantes de países "amigos de Marruecos" como Senegal, Mali o Nigeria, ya que el procedimiento "no planteaba problemas", pero, añadió, cuando se detecten realmente casos de clandestinos procedentes de países en conflicto "ya se verá".
En cualquier caso, Douiri hizo hincapié en que "la repatriación es costosa" y cada avión empleado "cuesta unos 300.000 dólares" pero "Marruecos tiene medios limitados". En este sentido, recordó que la inmigración " es un problema que afecta a toda Europa" y por ello Rabat ha pedido "la puesta en marcha de fondos comunes que podamos gestionar juntos entre la Unión Europea y Marruecos y los países afectados de la región" para solventar "este problema de logística". "Esperamos que haya una contribución", añadió.
Preguntado en la rueda de prensa que ofreció en Madrid con motivo de su visita sobre el posible efecto que los últimos acontecimientos puedan tener en las relaciones con el Gobierno español o sobre el turismo hacia Marruecos, el ministro dijo no creer que todo ello pueda afectar. En este sentido, consideró que "España y Marruecos tienen la mejor relación que se pueda imaginar y matienen contacto constante". El Gobierno español "apoya el desarrollo de Marruecos y desea que Rabat logre el desarrollo económico y el crecimiento de su riqueza para que no se produzca el problema de la inmigración". Según Douiri, el problema de la inmigración es un problema "permanente y estructural entre Africa y Europa" y España y Marruecos, como países fronterizos de estos dos continentes, "padecen la dificultad de la gestión de estos flujos migratorios" pero, añadió, "hacen todo lo que pueden para contrarrestarlos".
